martes, 25 junio de 2013 | 09:22

Las divisiones infantiles vuelven al Club Huracán

Este lunes, después de seis meses de entrenar en otro club que no era el suyo, los chicos de las infantiles de Huracán vuelven a pisar con alegría el césped de su propia cancha.

Los chicos del fútbol infantil de Huracán volvieron a entrenar en su casa

Los chicos del fútbol infantil de Huracán volvieron a entrenar en su casa

Luego de que el Gobierno provincial, a través de la Dirección de Personas Jurídicas, se hiciera cargo de las instalaciones del club que se encontraban en un estado de total abandono, se empezaron a tomar medidas de forma inmediata.

El espacio ya tiene otra cara, algunas paredes fueron pintadas, las tribunas reacondicionadas y el espacio desmalezado para que los jugadores pudieran comenzar a entrenar en mejores condiciones.

Brian, Misael y Lucas, tres chicos de la categoría más grande de los infantiles, coincidieron en la alegría y la felicidad de volver al club.

“Hacemos entrenamiento físico, jugamos. Venimos todos los martes y jueves de 18:00 a 20:00”, dijo Misael.

“Lo que más nos gusta y nos divierte es meter goles”, remarcaron todos los chicos cuando se les preguntó acerca de lo que más los apasiona del fútbol. Además, coincidieron en que es un deporte que se juega entre amigos y en equipo, lo que hace mucho más divertidos los encuentros.

Los chicos tienen el apoyo constante de sus familias, ellas se preocupan por acompañarlos y juntar el dinero necesario para que viajen o puedan competir en los torneos.

Cristian López, uno de los profesores de los más pequeños, señaló: “Es importante que los chicos sientan el apoyo de los padres en primera instancia, luego venimos los profesores y después la búsqueda de resultados”.

López comentó que en el “Globo” entrenan 120 chicos, de los cuales 100 son de Huracán y 20 pertenecen a San Lorenzo, el club en el que trabajaron los últimos seis meses, luego de que cerraran el espacio para las infantiles.

“La semilla sale del fútbol infantil, y hasta el día de hoy no sabemos por qué cerraron el lugar para los chicos”, manifestó Cristian, “esto les pertenece a los pibes”, continuó.

Por su parte, Ana María Ochoa, una mujer que tiene su corazón puesto en el club, vuelve después de tres años a entrenar a los pequeños.

Sin saber cuál fue el motivo, la antigua comisión directiva también le pidió que dejara de dar clases en el lugar. “Este club revitaliza la zona sur y ahora que estoy de vuelta voy a seguir trayendo chicos a jugar acá”, dijo Ochoa. Además, expresó que trabajar con los chicos le causa una alegría inmensa: “Se trabaja en equipo, mantenemos una relación muy linda con ellos y con sus padres, aquí les damos cariño y afecto, los ayudamos a que a través del fútbol ellos puedan crecer en la vida”.

Ambos entrenadores coincidieron: “Estamos felices por volver a nuestro lugar y el de los chicos, ahora tenemos que trabajar todos juntos en levantar el club”.