jueves, 30 mayo de 2013 | 15:34

Testimonios que concientizan y emocionan

Un grupo de personas trasplantadas fue protagonista del acto que se realizó en la Sala Berta Vidal de Battini. Con palabras que nacen de la emoción y el agradecimiento, compartimos dos testimonios de vida.

Previo al inicio del acto, la Agencia de Noticias de San Luis conversó con Lilian De Kowaliszyn, abuela materna de María Victoria Gil, la trasplantada número 1000. La pequeña con domicilio en Juana Koslay, se encontraba en Emergencia de Nacional desde el 8 de marzo de 2012, y luego de un año de internada fue intervenida en el Hospital Italiano de Buenos Aires, por malformación congénita de su vía biliar, en abril de este año.

Las primeras palabras de Lilian fueron “Estoy muy contenta, emocionada y agradecida a Dios por sobre todas las cosas, al INCUCAI que realmente nos atendió con mucha deferencia y amor en los momentos tan difíciles que estábamos atravesando”.

“Creo que hay concientizarse, porque el donar órganos es dar vida. Hay que pasar momentos como estos para darse cuenta de lo que significa”,  remarcó Lilian.

Hizo propicia la conversación con Agencia de Noticias, para decir “les pido por favor que seamos buenos hermanos, donemos órganos porque hay mucha gente que se muere porque no llegó un órgano”.

Actualmente María Victoria se encuentra todavía internada en el Hospital Italiano de Buenos Aires y mencionó que, “ha disminuido notablemente la donación de órganos, un 10% quizás de lo que fue el año anterior, lo que es muy preocupante para todos aquellos que necesitan un trasplante”.

Con la sapiencia que dan las experiencias, Lilian destacó que su nieta volvió a nacer e hizo hincapié en la solidaridad de todos los seres humanos para que sean donantes.

De igual modo dejó su mensaje Katia Ramos, quien con la timidez de la adolescencia contó que tiene 15 años, fue trasplantada hace un año de hígado y realizó todo su tratamiento en el Hospital Garrahan en Buenos Aires.

Respecto a cómo se sintió el día en que fue trasplantada dijo, “Me sentí muy bien porque es como que volvés a nacer, volvés a tener otra vida”. Y a modo de mensaje pidió “que donen órganos porque donar salva la vida de mucha gente”.

Lilian De Kowaliszyn, abuela materna de María Victoria Gil, la trasplantada número 1000.

Lilian De Kowaliszyn, abuela materna de María Victoria Gil, la trasplantada número 1000.