SAN LUIS SE ACTIVA
sábado, 10 febrero de 2024 | 14:21

“Con un poco de ayuda, hasta podría dar trabajo en la zona”

Nicolás Cabañez cultiva rosas en el paraje San Miguel, una explotación familiar de pequeña escala. Llegó hasta Quines “para que me conozcan, sepan lo que hago y poder expresar mis preocupaciones”. Confía en la nueva gestión de Gobierno. “Antes no nos escucharon nunca”.

Nicolás Cabañez es uno de los tantos productores de rosas que tiene el paraje San Miguel, entre Quines y Candelaria, donde también se forman los jóvenes que buscarán un futuro en el campo, ya que allí funciona una excelente escuela agrotécnica. Estaba feliz por la oportunidad de contar su realidad y escuchar al Gobernador hablar de producción y progreso.

Me parece que en esta gestión se va a abrir el paraguas para todos, ¿no? Yo hace 20 años que hago plantas de rosas y, como el miércoles pasado le comenté al Gobernador, nunca nos prestaron atención en los últimos años. Está a la vista que haciendo esfuerzos un pequeño productor puede salir adelante, pero si lo ayuda el Estado, mucho mejor”, reconoció.

Cabañez salió adelante con mucho trabajo y ahora está viendo los frutos. “Con mis rosas pude hacer que mis cuatro hijos estudiaran, lo que es un orgullo. Mi casa es humilde, no tengo lujos, pero mis hijos todos tienen trabajo. Tengo uno que es comisario, sale de la guardia, se saca el uniforme de la Policía, agarra el asadón, la motoguadaña, lo que sea”, describe y se emociona.

Sobre el cultivo de rosas, dice que es una producción a largo plazo, que lleva un mínimo de dos años. “Hacemos agricultura, pero ahí nos va mal. Hace cuatro años cosechábamos melones, sandías y otras cosas, pero las tormentas nos dejaron un sabor amargo. Entonces presenté un proyecto para lograr una estructura de tela antigranizo. Ojalá se me puede dar”, se esperanza Cabañez.




Hoy la producción se limita estrictamente a la familia, pero cree que si lo ayudan a crecer, hasta podría dar trabajo a algunos vecinos. “Hay temporadas que cuando vamos a invertir necesitamos gente por uno, dos, hasta 15 días. Trabajo temporal, pero trabajo al fin. Por eso estas reuniones son muy útiles para que te conozcan, que sepan lo que haces y dar a conocer las necesidades de cada uno”.

En el cierre, como buen productor de campo, aseguró que no quiere regalos, sólo un empujoncito. “Le dije el otro día al Gobernador lo que yo necesitaba, que me den la posibilidad de sacar un préstamo y yo pagarlo. Un préstamo que se pueda devolver”.