Crónicas policiales de los pueblos de los Comechingones

El profesor de Historia, José Costamagna, reconstruyó casos ocurridos entre fines del siglo XIX y hasta la mitad del XX unidos, en su mayoría, por el flagelo del alcohol en el interior puntano.

Costamagna expuso en las IX Jornadas de Historia realizadas el viernes y sábado pasado en Merlo.

“Según relatan vecinos del lugar, el duelo fue tan intenso que se escuchaban a la distancia los golpes de rebenque y de cuchillo. A consecuencia de este cruento enfrentamiento se produce la muerte de ambos: Bernardo Pérez, que tenía en esos momentos 40 años, fallece en el acto, víctima de heridas punzantes y cortantes; y Lucas Eduviges Roble, de 53 años, por heridas de armas de fuego y cortantes, horas después en la localidad de Villa Dolores, Córdoba”, recrudece José Costamagna, abogado y profesor de Historia que reconstruyó casos policiales ocurridos entre fines de siglo XIX y hasta la mitad del XX. Costamagna, nacido en Villa Mercedes, se basó en documentación del Juzgado de Paz de Villa Larca, del Archivo Histórico de San Luis, y en relatos de vecinos.

Aquel feroz duelo surgido por conflictos de vecindad, y que concluyó el 29 de marzo de 1953 en “El Molino”, tiene además una leyenda. “Algunos lugareños afirman que ambos cortejos fúnebres se cruzaron al momento de sepultarse los restos de Bernardo Pérez en el cementerio de Cortaderas, y los de Lucas Roble, en el de Villa Larca”, indica el profesor del Centro Educativo 14 “Dora Ochoa de Masramón” de Villa Larca, y de la Escuela 288 “Antonio Esteban Agüero” de Piedra Blanca abajo, Merlo.

Costamagna también registra episodios como la interrupción de una novena religiosa en La Estanzuela, una pelea de vecinos en Papagayos, otra en Alto Lindo, un conflicto entre amigos, el suicidio de un cabo en Villa Larca, un desacato también en esa localidad, entre otros. Pero la mayoría de las crónicas tienen un hilo conductor. “Estos acontecimientos no sólo nos permiten conocer hechos eventuales ocurridos sino rescatar a personalidades relevantes de las distintas localidades, comercios existentes, nombres de parajes que hoy no se utilizan y también destacar el denominador común de la mayoría de los conflictos producidos que es el flagelo del alcohol”, apunta el autor de “Tomás Ferrari”, “Villa Larca: su historia y su gente”, “Cortaderas, una cita con su Historia”, “Papagayos un rincón en el paraíso”, “Cosme Nievas, haciendo camino al andar”, entre otras publicaciones. Costamagna expuso más detalles durante las IX Jornadas de Historia, realizadas el viernes y sábado pasado en Merlo.

El siguiente conflicto pinta el paisaje social a comienzos del siglo XX. “Ezequiel Mansilla, de 36 años, comerciante, domiciliado en Pozo de la Oveja (actual Balcarce) manifiesta que estaba en el almacén de Martín Vilches comiendo sardinas y tomando vino con Laureano Tissera y Pedro Lucero, cuando aparece Prudencio Montoya manifestando que se le había perdido el caballo, y que enseguida se trenza en una discusión con Lucero, evitando entre Zenón Arias y Martín Vilches que la situación llegara a mayores. Finalmente es citado a declarar Pedro Lucero, de 29 años, estanciero, domiciliado en Punta de la Loma que reconoce haber estado tomando vino en lo de Vilches, pero niega haber estado borracho, acepta haber discutido con Montoya, y que estaba a punto de pelear cuando se interpone Zenón Arias, y esa situación la aprovecha Montoya para pegarle un rebencazo que en parte impacta a Arias, y en parte a él mismo, por lo cual utiliza el rebenque para devolver el golpe recibido, y que el conflicto termina ya que Martín Vilches cierra la puerta del negocio quedando él adentro, y Montoya afuera”, narra Costamagna, miembro del Centro de Historia de  Merlo, de la Junta de Historia de San Luis, de la Sociedad Argentina de Escritores Filial Villa Mercedes, de  la Junta de Historia de Río Cuarto y de los Centros de Estudios Genealógicos de Córdoba y de Rosario.

Entre testimonios de labradores y jornaleros, estas reconstrucciones invitan a seguir lo que tanto historiadores como investigadores sostienen: la historia está para no repetir los errores del pasado.

Nota y foto: Matías Gómez.

Corrección: Berenice Tello.