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DE TAL PALO, TAL ASTILLA
sábado, 01 noviembre de 2014 | 10:51

La revancha siempre llega…

Dicen que el fútbol siempre te da revancha…y es cierto…Pueden pasar tres días, una semana, unos meses y hasta algunos años para que alguien se desquite de una u otra forma. Justamente, la familia Gatto, por intermedio de dos de sus integrantes, está a punto de experimentar esta situación a través de su querido Sportivo Estudiantes. Por un sorteo, hace 31 años no pudo ascender al fútbol grande de Argentina ante el mismo rival: Andino de La Rioja. Mañana puede lograrlo pero en la cancha.

1983: José Alberto Gatto con la tradicional "Albiverde". 2013: Nicolás Gatto. Ambos ídolos en Estudiantes.

1983: José Alberto Gatto con la tradicional “Albiverde”. 2013: Nicolás Gatto. Ambos ídolos en Estudiantes.

Nicolás Gatto está muy cerca de ascender con el conjunto “Albiverde” ante Andino de La Rioja, el mismo equipo que su papá José Alberto Gatto no pudo superar allá por 1983, hace nada más ni nada menos que 31 años. Hoy “Nico” está en el umbral de conseguir la revancha ante los mismísimos riojanos. Su papá, el “Pato” Gatto, uno de los mayores ídolos del club, por supuesto muy contento, al igual que sus esposa Angela y su hija Agustina, tal vez la más fanática de todos.

Para conocer más detalles de esta coincidente historia, es bueno bucear en el arcón de los recuerdos y por eso apelamos a algunos datos fundametales.

Corría el año 1983 y José Alberto Gatto integrante de aquel equipo estudiantil acababa de perder insólitamente un sorteo en la AFA que privaba al club puntano de ascender al fútbol grande de la Argentina tras jugar con Andino Sport Club de La Rioja dos intensas finales del recordado Torneo Regional de esa temporada.

En la capital riojana ganó el local 2 a 0 y en el partido de vuelta jugado en San Luis, el triunfo fue “Albiverde” y por el mismo resultado: 2 a 0 con dos goles conseguidos por “El Nene” Raúl Bautista. ¿Cómo desempatar entonces?…a través de un sorteo en AFA, en una de las decisiones más ridículas que pudo haber en el historial del fútbol nacional. Nada de alargue, penales o tercer partido. La moneda…o, en este caso un bolillero…

Jugar con Boca, River, Independiente, Racing o San Lorenzo dependía de un sorteo. Puntanos y riojanos sometidos a la suerte o como después se dijo: “a la influencia de poder político de turno”. Se tejieron miles de historias en torno a este episodio y nunca se pudo documentar la verdad de cómo pasaron los hechos.

San Luis ya había estado unos años antes que los riojanos en el fútbol grande de la Argentina a través de la Alianza Juventud Unida Universitario-Pringles. La Rioja nunca había participado de un certamen de éstas características. Volvía la democracia en el país y con ello los políticos. Carlos Saúl Menem ya comenzaba a acumular poder y este sorteo fue una prueba de ello porque mandó 14 colectivos con hinchas a las puertas de la AFA para un sorteo que sólo podía ser seguido por los dirigentes a las 17:30. Por Estudiantes acudieron solamente su presidente Pedro Benoza y el dirigente Juan Anzulovich. Por Andino todos…

La cuestión fue que el sorteo se realizó y por supuesto ganaron los riojanos como se presumía. Recién a las 23:00 de ese día y en la casa del recordado “Bocha” Torres, los jugadores de Estudiantes se enteraron que habían perdido el sorteo, la clasificación y se habían quedado con las manos vacias después de tantos esfuerzos. Claro, en ese momento no había ni los medios de comunicación, ni las redes sociales que hay hoy, donde se conoce un dato al segundo de producirse y desde cualquier parte del mundo.

“Era una moneda con una sola cara”, opinó el “Pato” Gatto refiriéndose al sorteo. “Fue insólito después de empatar en el global 2 a 2, que un ascenso se decidiera con un sorteo”, siguió diciendo el ex delantero estudiantil.

“Pero bueno, son cosas que pasan y ahora estamos muy contentos porque estamos ante la oportunidad histórica de ascender y más teniendo a mi hijo como integrante del plantel y después de haber ganado tantos campeonatos en tan poco tiempo”, dijo el padre de Nicolás que en el ’83 aún no había nacido.

Dos generaciones de gambetas y goles juntas. Padre e hijo y una misma pasión: Sportivo Estudiantes.

Dos generaciones de gambetas y goles juntas. Padre e hijo y una misma pasión: Sportivo Estudiantes.

Nicolás Alberto llegó un 29 de septiembre de 1984, exactamente 10 días después que Estudiantes le ganara 1-0 al poderoso Instituto Atlético El Gigante de La Calera que con la cementera había armado un equipo súper profesional para aquellos tiempos. Ese día, o sea el 19 de septiembre, el “Pato” hizo el único gol del partido en el cual, otro “Gato”, en este caso, su compadre, Iglesias, le atajó un penal al “Negro” Daniel Gil.

El “Loco” Miguel Ángel Lucero, el “Payito” Carlos Daniel Sosa Falcioni, el “Coco” Muñoz, el “Toro” Gómez, el “Coqui” Víctor Atalivar Villegas, Raúl “El Nene” Bautista, Jorge Simioli, su hermano Miki Simioli, Darío Caballaro, el “Chora” Ricardo Gómez, el mismísimo Gatto, en “Chino” Marcos Aurelio Benítez y el “Coqui” Abdala, entre otros, integraban aquel memorable plantel estudiantil, que a pesar de haber perdido por ese famoso sorteo, quedó en la historia grande del club.

Hoy ya en 2014 y casi tres décadas después, Nicolás integra y es uno de los goleadores de los equipos de Estudiantes que en dos años subió tres categorías y está a punto de subir una cuarta. Así Gatto formó temibles duplas delanteras con jugadores de la talla del paraguayo Roberto Moreira Aldana, del “Negro” Daniel Garro, Sergio Viturro o del “Ogro” Cristian Núñez, entre otros.

“Ascender con Estudiantes es un orgullo para la familia, porque más allá de ser jugadores, somos hinchas del club desde siempre”, coinciden en afirmar los Gatto, que a base de gambetas y goles se han metido en la historia grande de la institución albiverde, definitivamente en el corazón de los hinchas y en la antesala de concretar una revancha que puede llegar 31 años después.

Golazo en el clásico ante Juventud. El agradecimiento de Nico al cielo.

Golazo en el clásico ante Juventud. El agradecimiento de Nico al cielo en el “Juan Gilberto Funes”.

Nota: Jorge Scivetti

Fotos: Familia Gatto – ANSL.