Roberto Trotta: “La gente de Juventud tiene que tener paciencia”

Roberto Trotta es uno de esos jugadores serios que parecen hasta antipáticos. De perfil bajo y pocas sonrisas tiene las características que mostró en aquellas épocas cuando era el capitán de River y de Vélez: sensato y reservado. Con una historia que forjó gracias al fútbol, con conducta y personalidad. No por nada figura en las estadísticas como uno de los jugadores más expulsados del fútbol argentino; pero se hace cargo y lo recuerda como si el tiempo no hubiera pasado, ni siquiera para su cuerpo. Cuando le preguntan tiene mucho para contar y la antipatía parece ser solo una apariencia.

Relajado y metido en un proyecto que lo tiene actualmente como el director técnico de Juventud Unida Universitario, respondió todas las preguntas en una entrevista exclusiva con la ANSL. Martín “El Chapulín” Cardetti, también un ex jugador de River y manager del equipo puntano, fue el nexo para que Trotta llegara a San Luis. La propuesta para que se hiciera cargo del plantel y afrontara al menos cuatro partidos (dos del campeonato y los dos primeros de los play off), obtuvo un sí inmediato del ex futbolista.

“Hay que estar concentrados, bien metidos y tener un poco de suerte que en el fútbol es necesaria”

Por estos días vive solo en un hotel de Las Chacras. Comparte charlas con sus ayudantes, programa el trabajo de la semana para su plantel y en el tiempo libre mira fútbol por TV y algunas veces va a jugar tenis. Se separó dos veces y tiene 4 hijos varones, el más grande de 24 años. Pero sentimentalmente no está solo. Su pareja, debido a sus actividades en Buenos Aires, no lo puede acompañar en esta nueva experiencia laboral por las tierras puntanas.

Trotta es uno de los centrales más goleadores de la historia del fútbol argentino y uno de los más expulsados. Le gusta escuchar política pero no hablarla ni ejercerla como político. Junto a otros cuatro reconocidos jugadores, invirtieron y hoy tienen un club de fútbol en la provincia de Santa Fe. Es hincha de Estudiantes de La Plata pero inevitablemente identificado con Vélez. Su mejor partido: el que jugó para Vélez contra Racing, donde hizo dos goles y gracias a eso Passarella lo llevó a la selección. El mejor gol: el que le hizo al Milán por la Copa Intercontinental.

Trotta jugó 19 años como profesional y ahora disfruta del fútbol como entrenador.

Nunca sufrió la violencia en Buenos Aires pero cree que ha sido también un poco de suerte. Porque la suerte, cree estar seguro, lo acompañó desde el día de su debut en primera división cuando tenía sólo 17 años.

 ¿Ya conocías a Juventud?

Sí, cuando dirigía a Independiente de Mendoza tuvimos varios enfrentamientos en un mismo año, ya que compartíamos zona. Conocía el estadio y algunos chicos que tengo en el plantel estaban en aquel momento. Me gusta ver y escuchar, en cualquier categoría; cuando no dirijo, trato de estar al tanto de todo.

¿Que es lo que más te gusta de la provincia?

A San Luis la conocía porque viví tres años en Mendoza y siempre pasaba por acá para ir a Buenos Aires. Lo que más me gusta es la tranquilidad. Salir de Buenos Aires que hoy por hoy es un caos y venir acá a trabajar sin presiones, es bueno.

¿Creés que Juventud puede ascender con el equipo que tiene?

Sí y se lo dije al plantel, sin crear falsas expectativas en ellos. Les expliqué que en el torneo terminaron segundos, que pueden hacer bien las cosas, que ningún equipo los pasó por encima y que están en las mismas condiciones que el resto. Hay que estar concentrados, bien metidos y también tener un poco de suerte que en el fútbol es necesaria. Pero creo que estamos en condiciones de darle pelea.

“El fútbol me dio todo. Un nombre y una forma de vida”.

¿Pusiste alguna condición para conducir el plantel?

No, ninguna condición. Cuando llego a un plantel no escucho dirigentes, manager, ni nada. Al plantel lo armo yo con lo que veo del trabajo en la semana, eso se los dije. Por algo lo traen a uno.

 ¿Cuál fue el análisis que hiciste de tu partido debut contra San Martín de Tucumán?

El análisis fue bueno. Tuvimos que correr de atrás casi todo el partido con un jugador menos, lo que no es fácil. Hicimos un planteo que tuvimos que cambiar en el momento, los chicos se adaptaron rápido, le pusieron ganas y lo que más se rescata es la actitud que le pusieron y con la que enfrentaron el partido cuando ya desde los 10 minutos del primer tiempo estaban en desventaja numérica.

¿Cómo ves el deporte en San Luis?

Al deporte se le está dando mucho en San Luis, vino el Sub 17, el ciclismo y creo que al fútbol le falta pegar un saltito más. Pero todo, más que tiempo lleva organización, como lo está haciendo Juventud que por ejemplo tiene su propio predio para entrenar. Yo lo viví con Independiente en Mendoza, que hoy juega el Nacional “B” pero que no tiene cancha para entrenar. Para pegar el salto también tenés que estar preparado y así poder mantenerte. Pienso que en un par de años se puede progresar un poco más.

¿Y a Juventud como institución?

Creo que lo principal es hacer las cosas bien desde abajo. Juventud ha contratado a un manager que está tratando de mover las inferiores porque si no mantenés desde abajo, es muy difícil. Contratar todas las temporadas 20 jugadores es imposible, es mucho gasto, y entonces creo que es preferible tardar un poco más y gastar abajo, que el equipo sea del club. Pero esto lleva tiempo, muchas veces la gente no espera y el dirigente se apura. Hace 9 años que Juventud no se clasificaba para los play off; la gente tiene que tener paciencia.

¿Qué es lo que más disfrutás de esta etapa como técnico?

Estuve en Mendoza, en Buenos Aires con Almagro y en Dubai como ayudante de campo de Maradona, y en todas saqué cosas positivas. Me gusta el fútbol y me gustaba cuando jugaba; como ahora no lo puedo jugar más, lo más cerca que puedo estar es como entrenador y cuando tengo la oportunidad de hacerlo lo disfruto mucho porque creo es lo que me mejor me sale, no sé hacer muchas más cosas.

Estuviste en España, Italia, México y Ecuador, ¿dónde hiciste tu mejor experiencia?

En España fue mala, en Italia fue mala, en Ecuador fue mala y México fue de lo mejorcito.

¿Por qué?

Porque era el fútbol más parecido al que hacemos acá. En Italia y España no me pude acostumbrar, sentía que yo no era para ese juego, un juego más rápido y yo nunca fui rápido, más bien un jugador técnico. Y después en Ecuador tuve problemas contractuales que no me dejaron jugar mucho.

Como ex de River, ¿sufriste el descenso?

No lo viví demasiado porque no soy hincha de fútbol, de ningún equipo soy hincha como para sufrir. Cuando uno está adentro deja un poquito de lado el hincha, siempre fui de Estudiantes de La Plata pero tampoco sufrí cuando se fue al descenso. Sé que dentro del fútbol es algo que puede pasar, lamentable sí que le haya pasado a River porque es uno de los equipos más grande del país, y también lo es mundialmente. Pero tenemos que estar preparados para salir campeón y también para ir al descenso.

¿Como jugador qué fue lo más feo que te tocó vivir?

La forma en la que me retiré. Está bien que fui el jugador más expulsado del fútbol y todavía tengo el récord, pero dejé de jugar justo un día que me expulsaron y nunca más volví, tal vez fue eso lo más feo. Pero no tuve cosas malas, lo disfruté mucho, le agradezco al fútbol lo que soy y lo que fui, pero me quedo con lo bueno. Por la forma o las condiciones que tuve fueron más las cosas buenas que las malas.

¿Qué es o que fue el fútbol para vos?

El fútbol me dio todo. Un nombre, una forma de vida, me dejó hacer lo que me gustaba y no todos tienen la suerte de trabajar en donde les gusta. A muchos hombres desde que son chiquitos les dan una pelota, la mayoría quiere ser jugador de fútbol y a mí me tocó la posibilidad de disfrutarlo y vivirlo durante 19 años.

¿Es importante la familia? ¿Lo fue en tu camino como jugador profesional?

Sí. Yo soy de un pueblo ubicado a 600 kilómetros de Buenos Aires, y si bien me fui solo a La Plata porque ahí estaba mi hermano trabajando y él me dio una mano el primer año, luego vinieron mis viejos y tuve la suerte de estar con ellos. Pero a veces la familia te tira para el otro lado porque a veces uno extraña. Hay muchos chicos con condiciones que se vuelven porque prefieren estar con la familia. Pero por supuesto que siempre es mejor tenerlos.

¿Cómo sos como papá?

Cuando no trabajo me gusta estar cerca de ellos, porque este trabajo te lleva afuera de la ciudad. Intento ser lo mejor como padre, a veces sale y a veces no. Pero ellos están acostumbrados a no verme mucho, porque como jugador tuve la suerte de viajar, luego por las separaciones ellos siguen con la madre. No he sido un padre permanente siempre, pero cuando puedo lo hago.

¿Qué pensás del presente de Boca y de Bianchi?

A Bianchi lo conozco y sé que él no es el problema. Pasa que hoy no hay jugadores como cuando salió campeón con Vélez o con Boca en otras épocas. Los planteles son totalmente distintos, el jugador es distinto y por eso ha cambiado también el fútbol. Para mí no tiene un plantel como para que las cosas le vayan como antes, le está yendo como le tiene que ir a un plantel como el que tiene.

Creo que en un par de años se puede progresar un poco más”, dijo sobre el fútbol de San Luis

¿Por qué ha cambiado el fútbol?

Por las necesidades de los clubes de vender rápido, de no mantener un plantel. En la época que yo jugaba te acordabas del nombre de todos los jugadores, te los sabías de memoria y hoy te los cambian cada 6 meses. Es la necesidad de hacer plata, de vender a un chico con 11 partidos en primera, no disfrutarlo, no tener un proyecto a largo plazo. Los técnicos duran tres partidos y se van. Es muy complicado que hoy por hoy sea el mismo fútbol de antes.

¿Cómo tiene que ser un jugador de fútbol?

Hay que tener conducta personal y condiciones, constancia y en la cabeza la idea de ser jugador de fútbol. Creo que por lo que te dije antes hay muchos que con poco hoy juegan al fútbol. Pero para ser bueno y mantenerse en el tiempo tenés que tener además, ganas, predisposición al trabajo y suerte. Todos lo que pasamos por el fútbol mucho tiempo la tuvimos y es necesaria.

¿Cuál fue tu suerte?

Que se lesionaran el mismo día los dos que tenía adelante cuando debuté a los 17 años. Iba a ser suplente de reserva y debuté en primera división. Si no tenía esa cuota de suerte no iba a poder estar, pero a la suerte la tenés que acompañar. Yo había hecho un sacrificio muy grande, me fui de mi pueblo a los 14 años, viví solo y no falté nunca a un entrenamiento. La suerte sola no viene.

¿Te acordás de tu mejor partido y del gol más bonito?

El mejor partido, porque sé que fue ese, el que jugué para Vélez contra Racing. Hice dos goles y eso me ayudó para que Pasarela me llevara a la selección. Mi mejor gol el que le hice al Milán por la Copa Intercontinental.

 



VIDEO – Entrevista Roberto Trotta para ANSL

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