lunes, 09 enero de 2017 | 12:45

La guitarra clásica en San Luis

El joven concertista Lucas Apendino Vázquez apuesta por un género que exige disciplina y comparte su experiencia.

Lucas Apendino Vázquez toca música clásica en la guitarra.

Lucas Apendino Vázquez toca música clásica en la guitarra.

Uñas largas, banquito para el pie y una forma respetuosa de abrazar al instrumento son algunos de los gestos que distinguen a los guitarristas clásicos en un género que durante el siglo pasado alcanzó la misma importancia del piano y el violín en los conciertos, gracias al aporte, entre otros, del español Andrés Segovia.

“Ha crecido muchísimo la guitarra clásica. Hoy se necesita un poco más de difusión para que la gente se acostumbre a escucharla, eso es algo de lo que intento hacer en San Luis”, reflexionó Lucas Apendino Vázquez, un joven guitarrista cordobés, amigo y alumno del concertista Mariano Salas, quien enseña en la provincia según el método del compositor español Francisco Tárrega.

“El folclore siempre me ha movido, pero cuando descubrí la técnica clásica para tocar la guitarra me llegó de otra manera, entonces hoy en día trato de que mi repertorio sea lo más variado posible en cuanto a estilos, pero siempre desde la técnica clásica”, contó Vázquez, quien acarició por primera vez las seis cuerdas a los ochos años.

A los 16, Lucas se mudó a Candelaria y estudió en el Conservatorio Musical Jubal de Quines. Luego, radicado en la ciudad de San Luis, conoció a Salas en la Escuela de Bellas Artes. Actualmente, está a punto de recibirse como intérprete musical en la Universidad de San Juan. Ha tocado en su provincia natal, San Juan,  Mendoza, Paraguay y Brasil; en estos dos países con el ciclo “Miniaturas latinoamericanas”. A principios del año pasado dictó un taller de guitarra clásica en La Casa de Las Culturas y también enseña en su casa.

“Creo que un artista siempre debe transmitir lo que sabe. La docencia me inspira mucho”, dijo el artista de 28 años que tiene como proyecto grabar su primer disco.

Lucas cuenta que cuando tiene alguna presentación estudia entre seis y ocho horas por día. Su vocación le exige, además, profundizar en la historia y las biografías musicales.

“Soy de los músicos que tienen que estudiar para tocar. Siempre digo que no nací con un don, sino que lo que puedo tocar es gracias a las horas de estudio que tengo. Es muy importante estudiar. La música hoy en día no es solamente arte sino también ciencia y requiere de mucho estudio”, expresó.

 

 

Nota: Matías Gómez.

Fotos: Jesica Flandes.

Video: Guillermo Ramón.

Edición: Angelina Dresti.

Corrección: Alejandro Andrada.

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