Equinoterapia: el caballo como instrumento de sanación y desarrollo

Hay mucho sol a la mañana en el patio de la Escuela Provincial de Equinoterapia. Mientras los chicos hacen un precalentamiento para poder montar los caballos, Verónica la mamá de Brandon, lo mira desde el salón. Está contenta. Disfruta tanto como su hijo que tiene 9 años y síndrome de Dandy-Walker. Tiene una parálisis cerebral. Desde que comenzó con las clases de equinoterapia, hace un año, ve al niño más entusiasmado y con un mejoramiento en su postura. “Le gustó venir desde el principio, lo disfruta mucho. Este año trabaja de manera grupal y le gusta más. Yo siempre vengo a las integraciones, como el resto de los padres”, dice la madre.

La equinoterapia es una terapia integral que ayuda a promover la rehabilitación de niños, adolescentes y adultos a nivel neuromuscular, psicológico, cognitivo y social por medio del caballo como herramienta.

Brandon disfruta de la clase cada día

La encargada de la escuela, Etel Fea comentó sobre las actividades. En una infraestructura de plena accesibilidad para las personas con discapacidad, trabaja un equipo interdisciplinario con dos kinesiólogos, cuatro acompañantes terapéuticas, dos técnicos ecuestres, una auxiliar y una psicóloga.  La institución funciona en dos turnos.

Además, cuentan con la supervisión de otros profesionales que asisten, como la pediatra Mónica Trigo y la médica neuróloga Fernanda Garro.

“Una de las cosas más lindas, son los niños y jóvenes que disfrutan de este medio natural, de la nobleza de los caballos y la calidez del equipo”, dijo la profesora.

La escuela tiene como objetivo, no solo que el niño se beneficie en el desarrollo de sus habilidades, sino impactar positivamente en la familia y en la comunidad. “La mayoría de estos chicos realizan tratamientos pedagógicos y terapéuticos y son todos dentro de cuatro paredes. Entonces acá sacamos los rótulos de la discapacidad o de la patología y los papás vienen a disfrutar y toman un rol protagónico”, comentó Fea.

Es así que en las actividades se suma la familia y se los integra para que se sientan cómodos. “Cada uno participa en la medida que tiene ganas y colabora. Los niños se sienten fantásticos al ver que toda la familia participa”, agregó.

En la institución se trabaja con un área interdisciplinaria

La escuela es libre y gratuita, brindando esta posibilidad a todos los niños de la provincia. En los próximos días, representantes del Centro de Actividades Hípicas firmarán un convenio con la Dirección de Obra Social del Estado Provincial (DOSEP) para extender este servicio a todos los afiliados.

Con respecto a este acuerdo, el director del Centro de Actividades Hípicas, Ignacio Píccolo expresó: “Vamos a empezar con chicos de entre 6 y 12 años, para luego continuar creciendo. Es una forma de seguir dándole servicios a la comunidad y en este caso que la escuela vaya creciendo a medida que pasan los días. La idea es empezar con DOSEP y después sumar mutuales”.

“Una de las cosas más lindas, son los niños y jóvenes que disfrutan de este medio natural, de la nobleza de los caballos y la calidez del equipo”, dijo la profesora.

¿Cuáles son los beneficios de esta terapia?

Etel Fea explicó que es un tratamiento complementario con otras áreas de la salud y educación que los niños realizan. Es por eso que el paciente tiene que asistir con un informe médico, con el que se le formula una ficha kinésica.

Entre los beneficios, la médica pediatra, Mónica Trigo destacó a ANSL: son multifacéticos porque orgánicamente los estimula en lo táctil por el contacto con el caballo y con la naturaleza. En cuanto a lo muscular, estimula la postura en los niños con discapacidades motoras.

A nivel emocional, también es muy enriquecedor al desarrollar las actividades al aire libre, en comunicación con el animal. “Generalmente estos chicos tienen terapias en ambientes cerrados y con exigencias físicas, en cambio la equinoterapia, además de trabajar sobre el tono muscular y esfuerzo físico, sirve para poder disfrutar del lugar”.

Pueden asistir personas desde los 3 años y sin límite de edad

La médica agregó que la equinoterapia estimula la relación familiar, porque hace que un chico con capacidad motora severa, pueda tener una actividad recreativa y participativa. Ellos lo acompañan, los estimulan, comparten este tiempo de terapia. Todo esto a nivel integral es muy beneficioso para el niño.

Trigo dijo que la edad recomendable para comenzar es posterior a los tres años, cuando el niño ya puede tener un despegue de la casa y de la familia. “Tiene que ver la afección también y no hay limite de edad”, agregó.

“Para nosotros un eje muy importante es lo social”, aseguró Etel Fea. “Es importante porque favorece el vínculo familiar y siempre esa familia trae a otro o amigos. Entonces trabajamos con muchas personas a la vez, más allá de los niños. Dentro de la escuela tenemos niños que hacen un tratamiento terapéutico y otros que hacen tratamientos deportivos”, sostuvo.

Los chicos de la Escuela de Equinoterapia de Terrazas del Portezuelo participan en las Olimpiadas Especiales Argentinas (OEA).