2 DE FEBRERO
martes, 02 febrero de 2016 | 11:18

Día Mundial de los Humedales

Se celebra desde 1977 en conmemoración a la firma del Convenio sobre los Humedales, concretada en la ciudad de Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971. Este acuerdo fue rubricado con el objetivo de fomentar la conservación y uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales, nacionales e internacionales. El Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción se suma a los festejos y detalla el trabajo que San Luis desde 1992 realiza en la zona de Guanacache.

Guanacache

Guanacache

A escala global los humedales son considerados ecosistemas con gran valor ecológico, no sólo por la biodiversidad que los constituye (animales, vegetales y microorganismos), sino por las funciones que cumplen para la humanidad, como la capacidad de regular el ciclo del agua. La conservación de estos espacios ha llevado a que en muchas regiones del mundo se desarrolle un importante patrimonio cultural en torno de los humedales.

La belleza natural y la diversidad de los humedales, hacen que sean lugares de destino turístico y recreativo muy apreciados. Esto genera ingresos a partir del turismo y la gama de actividades que ofrecen, como el avistaje de aves y deportes acuáticos de bajo impacto como el remo, windsurf y kayak.

A su vez, los humedales son una importante fuente de recurso hídrico, permitiendo el aprovechamiento del mismo por parte de los propietarios rurales que viven en el lugar; y tienen un papel esencial en la regulación de la cantidad y calidad del agua subterránea.

Además, desempeñan importantes funciones en la mitigación de los efectos del cambio climático siendo almacenes o sumideros de carbono (cuya liberación a la atmósfera, cuando no son retenidos por los humedales, potencian el efecto invernadero, que es el causante del calentamiento global).

Guanacache

Guanacache

Acerca de los Humedales de Guanacache

En San Luis, los Humedales de Guanacache se encuentran categorizados como sitio RAMSAR de importancia internacional (la denominación refiere a la ciudad donde se firmó el Convenio de los Humedales). Éstos se ubican en una zona árida-semiárida y de alta fragilidad dada las condiciones del suelo, flora y fauna.

En esta zona, cualquier cambio provoca alteraciones y desequilibrios como fue la desertificación cuando bajó el caudal del Río Desaguadero. La baja del caudal se debió a la utilización, en exceso, del recurso hídrico por parte del hombre en las provincias de San Juan y Mendoza. Esta situación ocasionó una completa desaparición de los humedales en San Luis, dejando improductivas tierras que en algún momento brindaron refugio, comida y sustento económico a los pobladores de la región.

Los humedales históricamente se formaban a partir de las crecidas del Río Desaguadero que, al desbordar, llenaban de agua el sitio cual posee un tipo de suelo arcilloso, impidiendo que se infiltre fácilmente el agua.

La posterior baja del caudal del río fue socavando (profundizando) su lecho hasta generar las actuales grandes cárcavas. En consecuencia, cuando llegaban las crecidas, el río no rebalsaba más por causa de su profundidad.

A partir de esta situación, San Luis inició la construcción de dos azudes (represas) interprovinciales (San Luis-Mendoza) para subir artificialmente el lecho del río al nivel original y posibilitar que, cuando llegan las crecidas, desborde nuevamente el río. Con estas acciones se tiende a regenerar los humedales y recuperar la biodiversidad de la zona. Además, se busca frenar la desertificación del área que avanza más allá de los límites de Guanacache.

Por otro lado, la restitución de los humedales favorece el arraigo rural deteniendo la migración de las culturas originarias a sectores no desérticos y fomentando las economías locales. Asimismo, la construcción de los azudes genera una alternativa turística y deportiva en una zona que abarca humedales de una longitud mayor a los 27 km.

Nota y foto: Prensa Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.

 

Temas Relacionados