Ayacucho crece como polo productivo y cultural

“En cada espacio está presente el valor de la Puntanidad. Se percibe el sentimiento de pertenencia, de identidad y amor por nuestra tierra”, expresó la secretaria de Cultura, Silvia Rapisarda, luego de su recorrido por el Centro Cultural San Francisco del Monte de Oro, la Biblioteca Popular “Juan de Dios Escobar” y la Casa Cultural de Quines.

“Estoy muy contenta de ver cómo estos espacios han crecido y han fortalecido los vínculos con todos los artistas puntanos, no solamente del Polo Ayacucho, sino de toda la provincia. Son instituciones que hay que seguir cultivando, donde hay muchísimos talleres, actividades culturales y de encuentro”, destacó Rapisarda.

Asimismo, la referente de Cultura participó de unas jornadas realizadas por el IFDC de San Francisco por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural que se conmemoró este 12 de octubre.

Dentro de su recorrido, Rapisarda también llegó hasta la Biblioteca Popular “Juan de Dios Escobar” de la localidad, donde fue recibida por la responsable Liliana Heredia.

“Aquí pueden encontrar distintas temáticas de libros. Los invitamos a hacerse socios, a visitarnos y a trabajar juntos por esta biblioteca que se fundó en 1910 y que hoy está volviendo a vivir”, manifestó su presidenta, Liliana Heredia.

La biblioteca está ubicada a pasos de la plaza principal de la localidad, se puede visitar de lunes a viernes de 9:00 a 13:00.

La Casa Cultural de Quines en expansión

“Estos espacios se traducen en oportunidades y visibilización de los artistas locales de todas las disciplinas. Esta casa tiene una historia, está en la memoria colectiva de Quines, y lo más importante es que los artistas la han abrazado”, expresó la secretaria de Cultura, Silvia Rapisarda el 29 de mayo pasado en su apertura.

Casi cinco meses después, la Casa Cultural de Quines cumplió con su propósito. Actualmente, se dictan talleres en diferentes rubros artísticos y oficios para la comunidad del norte provincial.

“Es un taller práctico para aprender a coser. En el comienzo hacemos nuestro primer molde básico que nos permita seguir haciendo prendas. La idea es empezar y finalizar cada trabajo, para que cada participante pueda apreciar cómo quedó el producto final”, explicó Genoveva Quiroz a cargo del curso de Corte y Confección.

“Estamos muy contentos con la visita de la secretaria. La verdad que nos llena de alegría que pueda ver el trabajo que realizamos y este momento compartido junto a nosotras”, destacó la tallerista.

Por su parte, Mónica Leal, quien participa del taller “Mil Puntadas”, señaló: “Esta actividad es una terapia para mí. En cada clase con mis compañeras disfrutamos de dos horas de costura y aprendizaje”.