Adolescentes, ¿adolecen?

Es común escuchar o leer en textos de psicología o psicopedagogía que el adolescente es un ser en sufrimiento y que, justamente –afirman-, se denomina a esta franja etaria de esa manera porque “adolecen”, porque sufren.

Adolescente significa ‘aquél que está en crecimiento’

Sin embargo, y para consuelo de los padres, adolescente no proviene de adolecer, sus raíces lingüísticas son distintas. La palabra adolecer proviene del español antiguo dolecer, que significa ‘tener o padecer algún defecto’, ‘padecer alguna enfermedad’, siempre en relación con algo negativo, como enfermedades, fobias, etc.

Por su parte, la palabra adolescente proviene del latín adolescere. Este vocablo está conformado por adolere, que significa ‘crecer’, y el sufijo -scere, que indica el comienzo de algo. A su vez, adolere proviene de aleve, que tiene el significado de ‘nutrir, alimentar’.

Por lo tanto, adolescente, etimológicamente – por el origen de la palabra-, significa ‘aquél que está en crecimiento’ o ‘el que se nutre y alimenta para crecer’.

A pesar del uso que haga la psicología del término, sólo queremos contarte cuál es el origen de la palabra. Si los adolescentes sufren o no, dependerá de cada situación. Ahora bien, claro está que su padecer no proviene de la lingüística.

Ya te contamos la epistemología de la palabra adolescente. Ahora te presentamos a alguien que les dedicó una de sus maravillas.

¿Qué les queda a los jóvenes? – Mario Benedetti (escritor uruguayo, 1920-2009)

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros.

Mario Benedetti

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar.

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.

Mario Benedetti