CULTURA
jueves, 17 junio de 2021 | 09:47

Gladys Raquel Zabala: vivencias plasmadas a través de la escritura

Nacida en Naschel hace 57 años, se define como autodidacta, escribe poemas y relata hechos acontecidos y vivencias de los pueblos del interior.

Gladys Zabala tiene 57 años, escribe poemas y relata hechos y vivencias de pueblos del interior. Nació en Naschel; actualmente vive en Quines con su familia, donde es reconocida por su trabajo literario y cultural.

Su acercamiento a las letras

Con el título de perito mercantil en los años 80, Gladys hizo reemplazos como docente en matemáticas financieras y contabilidad. En el ’87 se casó, y después de haber vivido un tiempo en Luján, por el trabajo de su padre volvió a su ciudad natal, Naschel. Actualmente vive con su familia en Quines.

Gladys tiene muy lindos recuerdos de sus años en la escuela: “Desde chica me gustó recitar poemas. De mi madre tengo esa herencia, ella sabía escribir muy bien”. Ya en el secundario “me costaba leer mis escritos en público y quería que otros lo leyeran”, pero en un encuentro de literatura y luego de haber perdido un hijo, fue una profesora que le pidió que leyera esa poesía que había escrito y todo cambió.

Antología

El profesor Mauricio Gutvay fue quien contactó a Gladys para realizar una recopilación de sus cuentos y poemas. “Antología de escritores de Quines” fue lanzado para el  250º aniversario de la fundación de Quines. Entre otros títulos están “A Quines, mi pueblo”, “Regreso del alma” que habla sobre la pérdida de su hijo. “Milagro de mujer” que trata sobre la concepción de su hija después de 9 años, “Consejos” y “Despierta humanidad”.

Otros títulos

Otros relatos que no fueron incluidos en la Antología, pero que forman parte de sus obras es: “Niñez pueblerina”, que relata lo que pasaba en la llegada del tren al pueblo y lo que eso movilizaba en la gente.

Otros cuentos abordan la prevención del consumo de drogas y está dirigido a los jóvenes, mientras que entre sus escritos se puede encontrar la historia de una mujer pueblerina, que va y vuelve a la ciudad, además de otro relato referido a la creencia popular del animal rastrero “el familiar”.

“El último cuento que estoy escribiendo habla de una joven que intenta dejar las drogas. Un infierno de lucha constante del que le cuesta salir”, contó.

Y agregó que: “En algún momento me gustaría escribir un libro y poder transmitir, donde contar todas estas vivencias personales reflejadas en mis textos”.

 

 

Nota y foto: Prensa Cultura.