HISTORIAS EN TIEMPO DE PANDEMIA
domingo, 18 octubre de 2020 | 10:55

Mientras espera su visado para volver a China, estudia en el Instituto de Idiomas

El puntano Fernando Smargiassi vive en Tianjín hace 3 años y trabaja como asistente técnico del club Ruilong FC. 

“Fui a China con la intención de jugar al fútbol y no se dio. Tenía que esperar a que se habilite un nuevo cupo de extranjeros y en esas condiciones y sin la posibilidad económica de quedarme, debía volver a Argentina. Entonces, surgió la posibilidad de comenzar a trabajar como asistente de director técnico en un club que entrena solamente a jugadores de divisiones inferiores. Ya hace tres años que vivo en China”.

Lo cuenta Fernando Smargiassi, puntano de 35 años que vive en Tianjín, una importante ciudad portuaria  y la quinta más poblada del país, con más de 13 millones de habitantes. Jugó al fútbol en Estudiantes y en Juventud. A los 14 años llevó sus sueños a Boca Juniors.

Entre probar suerte y condiciones, el volante central se transformó en un trota-canchas del ascenso. Jugó en Chacarita, Deportivo Morón, Colegiales, Lamadrid (ascendió desde la Primera C a la B Metropolitana), Luján, Defensores Unidos de Zárate y Talleres de Remedios de Escalada: se lesionó un tobillo y le costó regresar a la competencia.

También jugó en Venezuela, en Trujillanos; y cuando pasó la lesión fue a General Rojo de San Nicolás, en el Federal B. Después pasó a Dock Sud.

“De Dock Sud me fui a China, con 32 años. Y ahora con 35 y a punto de terminar la carrera de entrenador y con trabajo allá, la etapa de jugador ya la cerré”, contó Fernando.

Los martes y jueves, a las 16:00, el ex volante central para la pelota y se conecta a sus clases de chino, vía Classroom, en el Instituto de Idiomas (IDI) de la Universidad de La Punta. “Llegué en diciembre y cuando quise regresar, la pandemia no lo permitió. Entonces, me vinculé al IDI con la posibilidad de estudiar chino. Para hablar el idioma me puedo comunicar con normalidad, incluso me muevo solo por otras ciudades chinas sin ningún problema; pero otra cosa son los caracteres, leerlo. La verdad que me vino muy bien sumarme al instituto de la ULP”, remarcó.

“Ahora estoy tramitando el nuevo visado, la idea es volver a China. Mientras, estoy con el idioma a full. No puedo estar allá dando indicaciones y anotando trabajos todo el tiempo con traductor. Aprender a leer los caracteres sumará mucho en mi actividad y en mi vida”, resumió Fernando.

Nota y fotos: Prensa ULP.