RESCATE EN MERLO
lunes, 18 febrero de 2019 | 14:13

“Saber que pudimos salvar la vida de una beba nos llena el alma de alegría”

Con esas palabras Lidia Aguiar, aspirante a agente de Policía, resumió el acto heroico que el jueves pasado protagonizó con su compañero Pablo Villegas cuando le salvaron la vida a una pequeña que sufría un ahogo en el centro de la villa.

Algunos consideran que determinadas cosas ocurren por azar o casualidad, mientras que otros ponen al destino en el centro de la cuestión. En ese sentido, hay historias reales como ésta, que son dignas de ser contadas y destacadas porque nos muestran cómo estar en el momento y lugar correcto con las personas indicadas puede hacer la diferencia para bien, e incluso salvar una vida.

En una entrevista con ANSL, los efectivos contaron cómo se inició la situación. “Nosotros estábamos haciendo patrulla de prevención en plaza Sobremonte cuando recibimos el llamado de una ciudadana. Nos acercamos al lugar sin saber qué pasaba. Llegamos y vimos que la nena de un año y cinco meses, que era sobrina de la mujer que nos llamó, se estaba asfixiando y ahí mi compañera comenzó con las tareas de reanimación. Al momento del hecho, la beba se encontraba en compañía de su papá y su tía en un local de la zona céntrica de Merlo”, describió Villegas.

Los aspirantes estaban prestando servicio en el Comando Radioeléctrico que la Policía de San Luis tiene en Merlo. Durante el día patrullan en la vía pública. Un dato a destacar es que ambos realizan las prácticas de su profesión en la actualidad.

Sobre cómo irrumpieron en el lugar, Aguiar relató: “Cuando llegamos nos asustamos los dos, pero no dudamos en actuar, lo hicimos al instante. En un principio no teníamos resultado, pero luego pasó un vehículo, nos subimos con la beba para llevarla a un centro de salud, seguimos haciéndole reanimación en el viaje y una cuadra antes de llegar a la clínica le beba hizo un suspiro y largó el llanto”. Asimismo, la futura agente de Policía indicó que luego los doctores atendieron y estabilizaron a la pequeña, le pusieron oxígeno y permaneció en la clínica durante 40 minutos.

“En todo momento tratamos de mostrarnos tranquilos delante de los familiares de la pequeña, porque si ellos nos veían nerviosos se iban a poner peor, por eso tratamos de mantener la calma en ese momento. Después que pasó todo, ahí nos atacaron los nervios y las emociones encontradas”, expresó Villegas al contar cómo contuvieron a la familia.

Sobre la causa que provocó el ahogo de la pequeña, Aguiar indicó: “La doctora nos dijo que a la beba le había agarrado una especie de ataque de nervios, que hizo que se le cerrara la tráquea y se quedara sin aire. Cuando nosotros llegamos la beba ya estaba morada. Una vez en el centro de salud, los doctores le hicieron algunos análisis y su madre tiene que completar diferentes estudios para determinar en profundidad qué provocó ese ahogamiento”.

“Los familiares nos agradecieron mucho nuestro accionar y una vez que le dieron el alta a la beba, su mamá y su papá la llevaron a la plaza, donde nosotros seguimos con nuestro trabajo, para que pudiéramos ver que ella estaba mejor”, señaló Aguiar, con la tranquilidad de saber que en ese momento todo estaba en orden nuevamente, con una misión cumplida y una vida que pudo continuar gracias al trabajo de ella y su compañero.

Sobre qué significa para ellos haber vivido tal situación, Lidia analizó: “Estamos agradecidos de quien nos enseñó a hacer RCP y primeros auxilios porque es algo muy importante que uno tiene que aprender, porque es algo que puede salvar vidas. Todos tenemos que aprender a hacerlo para poder asistir a un hijo, a un hermano, a quien sea”.

“Uno nunca sabe cuándo le puede tocar vivir estas cosas, pero fue lindo saber hacerlo para poder ayudar a la beba en este caso. Fue la primera vez que nos tocó actuar en una situación así, ojalá no vuelva a pasar nunca, pero es esencial estar preparados para actuar”, agregó Pablo.

“Actuar juntos nos hizo sentirnos más seguros”, manifestó Aguiar, al asegurar que para ella fue clave contar con la ayuda y compañía de Pablo en un momento tan difícil como éste.

El jefe de Policía, Fabricio Portela, recibió a Lidia Aguiar, Pablo Villegas, Nicolás Molina y Paola Suárez.

El jefe de Policía, Fabricio Portela, recibió a Lidia Aguiar, Pablo Villegas, Nicolás Molina y Paola Suárez.




Nota: Alfredo Torres.

Foto: Marcelo Lacerda.

Video: ANSL.