UNA PROMESA EN LUCHA
domingo, 19 noviembre de 2017 | 20:32

Yohanna Dolcemascolo, una pequeña gigante

Tiene 12 años y hace poco que empezó la actividad. Con  una enorme proyección, sueña estar en los Juegos de la Juventud 2018.

Yohanna Dolcemascolo, junto al equipo de lucha que participó en los Juegos Evita.

Es muy pequeña. Tiene físico de gimnasta, pero eligió la lucha. Con apenas 12 años fue campeona y sueña a lo grande. Quiere llegar bien lejos en esta disciplina. Es Yohanna Dolcemascolo, “La Tana”, como la llaman en el barrio y en el colegio. Estudia en la Escuela “Juan Tulio Zavala”. Mamá Yanina y papá Juan colaboran mucho para que pueda cumplir sus sueños. Es la monarca en la categoría hasta 48 kilogramos. Chiquita, pero a la hora de la competencia saca a relucir todo su talento. Tiene mucha técnica. Y es ahí donde hace la diferencia para vulnerar a sus rivales.

Es la mayor de cuatro hermanos. Jonathan (8), Joel (3) y Judith (3 meses). Entrena duro todos los días. Hace magia para dividir el tiempo, pero se las ingenia. Disfruta cada día. Es feliz en familia. Comiendo la pasta que le hace su abuela Selva. A veces se hace un tiempo para ver a Estudiantes. Es fanática del “Verde”, pero un poco de su corazón es de Boca.

Sabe que esto recién comienza. Lleva un año con la lucha, un deporte que le gusta. Da disciplina. Es muy apegada al gimnasio cada vez que le toca entrenar. Asimila muy rápido las enseñanzas del profesor. Es una nena muy capaz. Educada. Responsable. Posee la mirada tierna, producto de su edad, pero esa timidez se transforma en fuerza a la hora de luchar. Saca fuerzas de donde no tiene. Su corazón es tan grande que no le entra en el pecho. Nadie le regaló nada. La pelea día a día y no va a parar hasta conseguir el objetivo.

Los Juegos Evita fueron su punto de partida para despegar. Nunca imaginó ser campeona. Es lógico, hace muy poco tiempo que empezó. “Me gustan los desafíos. Cuando empecé con la lucha, primero fue a modo de prueba. Después me gustó, y hoy por hoy siento que es lo que quiero hacer. Ojalá pueda seguir practicando”, sentenció con su voz bajita, pero segura como cuando se presenta en cada competencia.

La “Tana” nunca pensó conseguir resultados tan rápido. Ahora sueña con los YOG2018.

El entrenamiento siempre es mejor cuando viene acompañado de buenos resultados. Tener un título, con tan poca experiencia, es el fiel reflejo de que “La Tanita” tiene un gran talento. Debe pulir muchas cosas, pero desde su entorno saben que hay materia prima. Es sólo cuestión de tiempo. Hay que ser paciente. Si sigue con esta responsabilidad, llegarán más resultados positivos.

No reniega de levantarse temprano para ayudar en casa. Le gusta la escuela. Disfruta de jugar con sus amigos, de cuidar a sus hermanos. La lucha es su vida, pero no descuida las otras cosas, esas pequeñas cosas que la hacen feliz, que le sacan una sonrisa.

Está dando los primeros pasos de un camino largo. Es el primer escalón de una enorme escalera. En su repìsa tiene medallas. En su cabeza hay miles de sueños, entre ellos seguir con la lucha y alcanzar metas, pero no quiere saltear etapas. Todo a su debido tiempo.

Nunca imaginó conseguir logros tan rápido. Yohanna Dolcemascolo es una nena de 12 años que un día abrazó un deporte y ahora no lo quiere soltar porque la hace muy feliz.

Nota y fotos: Daniel Valdés.