SAN LUIS EN LETRAS
domingo, 09 octubre de 2016 | 10:26

Ligeros apuntes de la flora puntana

La obra del pionero ingeniero alemán Germán Avé Lallemant explicada por uno de sus biógrafos.

Los apuntes no sólo son descriptivos sino que presentan novedas alternativas para la época.

Los apuntes no sólo son descriptivos sino que presentan novedas alternativas para la época.

Roberto Ferrari (66) cuenta que Lallemant era un ingeniero en Minas y estudioso del socialismo; miembro de una tradicional familia de Lübeck, Alemania.

En 1869 se trasladó a La Carolina, donde se casa con la maestra Enriqueta Lucio Lucero, de familia de guerreros de la Independencia. No tuvieron hijos y dedicó gran parte de su tiempo y afecto a una ahijada de apodo “Chata”, la señorita de Rosario Figueroa.

Poco tiempo después escandalizaba a terratenientes y políticos locales por su posición frente a los abusos del poder, estafas y explotación de trabajadores.

Arraigado al suelo puntano, Lallemant fue un pionero e inquieto investigador, con visión integral, ya que dominaba múltiples ramas del saber. Además, durante breves períodos residió en Uruguay, Rosario, Mendoza y Buenos Aires. En San Luis dirigió la Oficina de Estadística y el Departamento de Topografía y Obras Públicas, cargo del cual fue separado por sus artículos de denuncia en el periódico La Reforma. Murió en 1910 trabajando en una nueva versión, más detallada, del plano topográfico de la provincia.

A principios de los años 80, Ferrari descubrió los trabajos de Lallemant en viejos números de los anales de la Sociedad Científica Argentina.

La distribución de su trabajo, a través del diario de San Luis, permitió que muchos puntanos supieran sobre este personaje. Hoy en día, las investigaciones de Ferrari les ofrecen a estudiosos de diversas especialidades una panorámica de la vida y obra de Lallemant.

_ En la biografía publicada en 1993, usted señala que el historiador Miguel Otero Alric encontró cartas del alemán, ¿se han publicado?

_ Sí, hice un estudio del grupo principal, que es un intercambio con el perito Moreno. Apareció en una de las publicaciones de la Academia Nacional de la Historia.

_ En base a las personas que lo conocieron, dice que Lallemant fue educado en un ambiente protestante, que tenía carácter explosivo y estuvo dedicado al mejoramiento de la comunidad, ¿qué más se sabe sobre su personalidad adelantada?

_ Poco más es lo que sabemos, ya que era muy reservado para hablar de su vida privada. Recientemente divulgué un par de cartas familiares donde tenemos una mejor idea sobre sus sentimientos. Surge como un hombre sensible, preocupado por sus congéneres.

_ ¿Por qué un hombre tan capacitado para la ciencia eligió arraigarse en San Luis en aquellos tiempos?

_ No hay ningún indicio. Su padre se había radicado en Río de Janeiro algunas décadas antes, donde también residían otros parientes de él. Llegó a Buenos Aires con una recomendación de su padre para ver a Germán Burmeister y al poco tiempo aparece viviendo en San Luis.

Mi hipótesis es que anhelaba vivir de la explotación minera, ya que fue una de sus primeras actividades en la provincia, al explotar el filón de La Carolina.

Estos alemanes estaban inspirados en Humboldt, sentían la obligación de ser de utilidad a la ciencia y a la humanidad recolectando datos de todo lo que pareciera novedoso o interesante. Hay otro caso en La Plata, aproximadamente en 1915, de un científico alemán que cuenta que se dedicó a realizar ciertas mediciones físicas porque tenía tiempo libre.

Roberto Ferrari investigó la vida del ingeniero que se arraigó en la provincia.

Roberto Ferrari investigó la vida del ingeniero que se arraigó en la provincia.

Ligeros apuntes de la flora puntana

En la obra editada por San Luis Libro, Lallemant aborda la investigación de plantas silvestres y exóticas. Incluso sugiere el cultivo de determinadas especies dadas las posibilidades comerciales y las condiciones del suelo y climáticas.

“En la primera entrega de sus apuntes, Lallemant justifica su atrevimiento en publicar sobre una especialidad que le es ajena, argumentando que lo hace para combatir la ignorancia, la ausencia de información de la flora local y la mezquindad contemporánea en la enseñanza de las Ciencias Naturales. Finalmente, se muestra esperanzado en que su ejemplo sea limitado por los “señores profesores del ramo” de los establecimientos de enseñanza de San Luis, lo que lamentablemente no llegó a suceder en forma efectiva sino setenta años más tarde. Corresponde preguntarse cuál habría sido el beneficio que la ciencia Botánica hubiera recibido de la labor continua de un cultor de semejante envergadura, si de su pluma surgió, ‘en su condición de transeúnte en busca de su ocupación” y con tan escasos medios, esta primigenia Flora de la provincia de San Luis que, por añadidura, tiene el mérito de ser la primera (o una de las primeras) de la región de Cuyo’ ”, prologa Ferrari en los apuntes.

La obra fue floreciendo en entregas que escribía Lallemant para la revista La Agricultura. A lo largo de las páginas puede percibirse cómo el conocimiento florístico del ingeniero alemán se caracteriza por extraer conclusiones económicas y sociales de las condiciones geográficas de la región. Este método de observación le permitió ser uno de los precursores en alertar por el abuso y destrucción de los recursos naturales de la provincia, en particular, los forestales, tal como señala Ferrari en la obra, por ejemplo con el maní. “Se consume principalmente como alimento, tostado en el rescoldo y los niños lo comen gustosamente. Las cáscaras dan un combustible muy fuerte. El que no se cultive esta oleagionosa aquí en la provincia en gran escala, demuestra del modo más elocuente cuán atrasados y dejados son nuestros agricultores. Nuestros capitalistas y hacendados no han hecho jamás un ensayo de introducir nuevos cultivos o de mejorar sus campos. Siguen la antigua rutina de sus antepasados y son del todo refractarios a toda innovación y progreso”, indicó Lallemant.

_ ¿Tras su muerte toda la labor investigativa y divulgativa se continuó en la provincia?

_ Era un solitario y un pionero. En el terreno donde más fructificó su obra fue en los ámbitos de la Geología, Minería, Cartografía y Mineralogía. La escuela de geólogos en Argentina debe mucho a los alemanes que la fundaron.

Entre los aportes del alemán, Ferrari enumera: “Inventó un tipo de higrómetro, bastante incómodo de usar, pero mostró su interés por desarrollar dispositivos útiles. La fabricación de dinamita fue un experimento para demostrar que se podía y era más económica y más segura, porque la importada llegaba exudando nitroglicerina, con el consiguiente riesgo.

Descubrió minerales nuevos en la sierra de San Luis, compuestos de uranio, de tungsteno y de tierras raras. Hizo el primer mapa topográfico a gran escala de la provincia y realizó el primer estudio meteorológico regional, analizando datos de gran parte del país. Realizó un relevamiento botánico que resultó en la primera flora puntana. Sus aportes a la topografía del territorio muestran que sus registros de alturas de la provincia fueron los más extensos por décadas. Sus aportes a la modernización de la explotación minera deben todavía justipreciarse. También fue un pionero en el tema de la legislación minera.

_ ¿De qué forma considera que sigue vigente su legado?

_ Todo naturalista que estudie el territorio puntano, de una forma u otra, seguramente tendrá los datos recolectados por Avé Lallemant entre los relevantes.

Fue un universalista y en una época de extrema especialización, como la actual, la obra de estos generalistas a veces pasa inadvertida. Sin embargo, sus estudios y datos se proyectan desde aquellos años hasta nuestros tiempos.

 

Nota: Matías Gómez.

Fotos: Jesica Flandes.

Corrección: Berenice Tello.