EFEMÉRIDES DEPORTIVAS
jueves, 28 abril de 2016 | 12:01

El día que Muhammad Alí se quedó callado

El 28 de abril de 1967, Muhammad Alí (Cassius Clay) se negó dar un paso al frente para enrolarse al Ejército. Fue despojado de sus títulos de campeón mundial de los pesados, su licencia de boxeador y condenado a 5 años de prisión. El verborrágico, provocador y carismático púgil, ese día permaneció inmóvil y callado. Eran tiempos de la Guerra de Vietnam, enfrentamientos raciales en los Estados Unidos y el auge de la nación musulmana en la comunidad afroamericana estadounidense.

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Muhammad Alí se negó a enrolarse al Ejército estadounidense y le quitaron sus títulos de campeón mundial de los pesados, el 28 de abril de 1967.

Cassius Marcellus Clay Jr. (tal como lo indicaba su partida de nacimiento del 17 de enero de 1942) era campeón campeón mundial de peso completo desde 1964, de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la Comisión Atlética de Nueva York (NYSAC) y el recientemente creado, Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Dichos títulos se los quitó a Sonny Liston ganándole por nocaut técnico en el 6° round, el 25 de febrero de aquel año.

Pero también el campeón olímpico de los semipesados (Roma, 1960) ya era Muhammad Alí, entonces comenzaron los despojos: primero, la corona de la AMB (12 de septiembre de 1964) en la revancha ante Liston. Sólo expuso los de la NYSAC y de la CMB porque su condición de musulmán no era bien vista en una sociedad americana que se cobró la vida de un presidente, John F. Kennedy el año anterior y convulsionada por enfrentamientos raciales donde dos líderes de la comunidad afroamericana, como Martin Luther King y Malcom X que también pagarían con sus vidas, años más tarde, la lucha por la igualdad de los derechos civiles, la pobreza y la guerra de Vietnam.

Esa contienda bélica del “mundo libre” contra el Comunismo, en 1967 estaba en un punto donde los Estados Unidos creía tener la victoria en corto tiempo más y la postura de Alí, de pronunciarse en contra, negándose a cumplir el servicio militar (tenía 25 años y se venía aplazando en apelaciones su enrolamiento) fue mal visto en la sociedad americana: traición, antipatriota; en realidad, era un negro que reinaba en un deporte inventado por los blancos.

Llegó el 28 de abril de 1967 y tras la negativa del Tribunal Supremo a concederle un nuevo aplazamiento, Muhammad Alí (que significa: “el amado de Dios”) se presentó al centro de entrenamiento del ejército, en Houston. Simbólicamente, la ceremonia de alistamiento se completaría al dar un paso al frente cuando el oficial alistador pronunciara su nombre: Alí permaneció inmóvil y callado.

Ese mismo día, la Comisión Atlética del Estado de Nueva York le quitó su título mundial y la licencia de boxeador. Condenado a cinco años de prisión, pasó tres años y medio fuera del boxeo. El rumbo de la guerra cambió y también la visión de la sociedad americana que comenzó a entenderlo y amarlo, más tarde, convirtiéndolo en una figura social influyente para su generación.

En septiembre de 1970, un juez federal de Texas revocó la sanción por considerarla “arbitraria e irrazonable” y la misma comisión que lo despejó le concedería de nuevo la licencia para boxear nuevamente.

Tenía 28 años y un récord de 29 victorias con 22 nocauts. Comenzaría su periplo en busca de recuperar lo que era suyo. Pero Zaire 74 será motivo de otra historia en otra efeméride.

Nota y contenidista: Adolfo González.

Foto y video: Web.

Corrección: Berenice Tello.