LITERATURA PUNTANA
lunes, 28 marzo de 2016 | 12:30

“La filosofía de Agüero es universal porque apunta al corazón del hombre”

Gustavo Romero Borri presentó su libro “El peso de la luz en la mano”, un ensayo donde señala impresiones sobre el credo poético de Antonio Esteban Agüero. Aunque a la distancia, estas nuevas páginas condensan un luminoso diálogo entre poetas.

En San Francisco, Gustavo Romero Borri presentó su libro “El peso de la luz en la mano”, un ensayo que señala impresiones sobre el credo poético de Antonio Esteban Agüero.

En San Francisco, Gustavo Romero Borri presentó su libro “El peso de la luz en la mano”, un ensayo que señala impresiones sobre el credo poético de Antonio Esteban Agüero.

El mítico Algarrobo Abuelo en Merlo fue el custodio de la primera presentación de “El peso de la luz en la mano”. Este sábado, en cambio, el naranja sobre las sierras colándose por un balcón salmón en San Francisco del Monte de Oro fue el nuevo escenario elegido por Gustavo Romero Borri.

A la presentación acudieron familiares, amigos e invitados del poeta. El historiador, Jesús Liberato Tobares, con su esposa ocupó la primera fila en la Hostería “La Candela”. Asimismo, antes del acto, el pintor Juan Bertín, quien ilustró la tapa del libro, pintó unas plateadas truchas sobre una piedra detrás de inquietante río.

Luego, desde su experiencia como lector, Borri señaló que se propuso analizar con el ensayo de qué madera estaban hechos los sueños de Agüero. A lo largo de 155 páginas, deteniéndose en núcleos temáticos, el autor presenta a un hombre que creyó incondicionalmente en su oficio.

Durante la presentación, Cecilia Daract resumió el trabajo de Borri que germinó por una beca que obtuvo del Fondo Nacional de las Artes, en 2005. Entre los puntos centrales, la licenciada en Letras dijo que el poeta nacido en Piedra Blanca, Merlo, entendía a la cultura como instinto vital y reconciliación con lo más elemental. Esta característica, en parte, se debe a la relación con el entorno que desde pequeño mantuvo Agüero con la naturaleza, a la que le también le otorgaba poderes educativos.

Daract explicó que en sus primeras publicaciones el “Capitán de Pájaros” era intimista y luego, a medida que trabajaba como un artesano la palabra, encontró un canto sinfónico y épico, único.

Borri aclaró que con el ensayo no se propuso abundar en fechas sino que está dirigido hacia quienes no conocen a Agüero. Sin embargo, los seguidores del creador de inmortales “Digo” también disfrutarán con estas páginas que, a pesar de la distancia, condensan un luminoso diálogo entre poetas.

“Imagino que por sus dichos y algunas declaraciones, Agüero imaginaba una sociedad alimentada por la savia de la tierra y que esa savia propia del reconocimiento del origen ayudara al hombre a un modo de vivir democrático, ambicioso desde lo artístico y a construir civilidad. Ahora estamos más cerca de ese sueño que en la época de él”, analizó Borri tras la emotiva presentación.

La versión del “Digo a la mazamorra” tuvo una cálida resonancia entre el público.

La versión del “Digo a la mazamorra” tuvo una cálida resonancia entre el público.

“Agüero sobrevive porque su obra está basada en la vitalidad más absoluta del hombre, en la libertad, en su desnudez existencial. No es una obra que está tapada por literatura sino que está alimentada por la vida. Los temas de Agüero son universales, sólo que se basan en su más inmediato alrededor; pero la filosofía de Agüero es universal porque apunta al corazón del hombre, aunque a veces, también encarnada en un paisano de las sierras”, agregó el escritor, guionista y gestor cultural quien considera que la poesía actual en la provincia tiene mayor presencia que antes.

“Siendo un hombre que actuó en funciones del Estado, siempre hizo prevalecer los contenidos democráticos por sobre los corporativos y le otorgó a la poesía un poder destinado a elevar la inteligencia sensible de la gente”, subraya Borri en su libro.

“Pese a tanta incomprensión y las vicisitudes que le tocó vivir, Agüero ocultó su dolor personal y su personal desamparo. La poesía fue un medio para celebrar. Prefirió poner su palabra al servicio del elogio y la exaltación”, apunta y concluye: “Ha dejado una obra que es pura ebriedad y entusiasmo. Una obra solar cuya humanidad nos humaniza, cuya inspiración nos inspira y cuyo impulso nos impulsa”.

Durante el encuentro además, la actriz Adriana Durigutti leyó algunos poemas de Agüero junto con el sanfrancisqueño Walter Hugo Agüero y Pedro Silva. La parte musical estuvo a cargo de “Lucho” Echenique y Fátima Aguilera, ambos integrantes del grupo Savia Nuestra. Su versión de “Digo a la mazamorra” tuvo una cálida resonancia entre el público. Al final, se degustó la gastronomía de la hostería. Una de las especialidades locales fue la chanfaina.

De la presentación participó el pintor Juan Bertín.

De la presentación participó el pintor Juan Bertín.

Nota: Matías Gómez.

Fotos: Gentileza Mario Ruiz.

Corrección: Berenice Tello.