Él sólo dijo dos palabras: “He vuelto” y así lo hizo

Fue el 19 de marzo de 1995. Aquel día Michael Jordan volvió a las canchas tras estar un año y medio retirado. Volvió para ganar otros tres anillos de la NBA con los Chicago Bulls y convertirse en el mito viviente del básquet al anunciar, el día anterior, la famosa frase en conferencia de prensa: “I’m back” (“He vuelto”).

Jordan el día de su regreso ante Indiana: Marcó 19 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias y 3 robos de balón.

Michael Jordan tenía tres anillos de la NBA (1991-1992-1993) cuando anunció su retiro tras el asesinato de su padre que, entre otras cuestiones, forzó a tomar la decisión: era el 6 de octubre de 1993.

Los Chicago Bulls sobrevivieron hasta la segunda ronda de playoffs la temporada 1993-1994 donde los Knicks de Nueva York frenaron al tricampeón pero la temporada siguiente los Bulls se convirtieron en un equipo “humano” y perdían con cualquiera. Desde la Conferencia Oeste, Houston Rockets reinaba en la liga hasta que llegó el día en que “su majestad” dijo su escueto pero contudente mensaje: “I’m back” (He vuelto).

Un día después de anunciar su retorno a las canchas y con sólo algunas prácticas con sus compañeros, el 19 de marzo de 1995, Jordan era titular, jugando 43 minutos y anotando 19 puntos (7/28 de campo). Estaba fuera de forma, los Bulls cayeron en suplementario ante los Pacers en Indiana.

Al encuentro lo vieron 35 millones de televidentes en los Estados Unidos, retrasmitido a nivel nacional por la NBC y sigue siendo el partido de temporada regular más visto en la historia de la NBA.

“Su majestad” o MJ, como prefieran decirle, jugaba esta vez con el 45 en su espalda, el dorsal 23 estaba colgado del techo del United Center. Decía que “ese jugador se había retirado” que él era “otro”. En efecto, el “nuevo” Michael Jordan con el número 45, ganó otros tres anillos, llevó a su equipo a la sensacional temporada 1995-1996 de 72 triunfos en 82 encuentros de la serie regular, además de nuevos reconocimientos individuales como los de máximo anotador y todos los MVP que andaban dando vuelta por ahí: temporada, All-Star y de las finales.

Fue cierto nomás que era otro Michael Jordan, porque a partir de aquel momento ya no era “su majestad”, pasó a llamarse “el mito”.