EFEMÉRIDES DEPORTIVAS
lunes, 25 enero de 2016 | 09:47

Cuando “el diablo metió la cola” para darle un campeonato a Independiente

25 de enero de 1978: el “Rojo” de Avellaneda con 8 jugadores se consagró campeón del Torneo Nacional de AFA 1977 frente a Talleres de Córdoba. El partido se disputó en el Barrio Jardín de la capital cordobesa donde estaba todo preparado para el festejo. Pero Ricardo Bochini, en el día de su cumpleaños, con un gol de antología le dio a Independiente su 9° título en el profesionalismo.

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Bochini dejó a Guibaudo en el camino y sacó el remate que se convirtió en el gol del campeonato.

El “Metro” del 77 se lo llevó el River de Labruna que tenía a la base de la Selección Argentina y se consagraría campeón del mundo al año siguiente: Fillol, Luque, Alonso, Oscar Ortiz, Passarella y otros “monstruos” como J. J. López, Sabella, Merlo, el “Nene” Comisso, Pedro González, entre otros.

El subcampeón fue Independiente a dos puntos donde ambos pelearon “mano a mano” hasta el final. El Nacional comenzó el 20 de noviembre de 1977 y finalizó el 25 de enero de 1978, es esta fecha la que nos ocupa para recordar hoy, a 38 años, dos hechos: la hazaña de Independiente en Córdoba con 8 jugadores, empatando el partido 2-2, y la consagración como campeón, en el día del cumpleaños de su máximo ídolo: Ricardo Enrique Bochini.

Bochini e Independiente son la misma cosa. “El Bocha” tiene una calle que lleva su nombre en Avellaneda, una estatua y hasta una iglesia, “la Iglesia Bochinesca”, creada en 2006 pero la religión comenzó mucho antes, en 1991, cuando Bochini se retiró del fútbol. No tiene apóstoles sino fieles que lo vieron durante 19 años ganar 14 títulos con el “Rojo”.

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Destino de red: gol de Bochini en el día de su cumpleaños y campeonato para Independiente.

Independiente llegaba otra vez a una instancia final y tras el empate en el partido de ida en la “Doble Visera de Cemento”, el fantasma del segundo puesto flotaba por Alsina y Cordero. Es que Talleres volvía a la “Boutique” del Barrio Jardín con ventaja: el gol de visitante valía doble y además tenía un equipazo: “El Hacha” Ludueña en el medio campo controlaba todo lo que pasaba, el talento de José Daniel Valencia en la creación; la seguridad en el fondo de Luis Galván y la versatilidad de Miguel Oviedo. Un equipo del interior con tres jugadores integrantes del Argentina campeón 1978 que no estaba directamente afiliado a la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) sino a través de su liga de origen, la Liga Cordobesa, por lo tanto no participaba del “fútbol grande”, sólo si clasificaba al Nacional, como lo hacía regularmente. Adelante estaban la “Pepona”, José Omar Reinaldi, un goleador “de aquellos” junto a Bocanelli, Bravo y Cherini. Tenía argumentos futbolísticos la “T” para quedarse con el título pero también había intereses de otro tipo.

Amadeo Nuccetelli, presidente de Talleres, aspiraba a la presidencia de la AFA, que finalmente quedó en manos de Julio Grondona. Asimismo, el coronel Héctor Romanutti -intendente de Córdoba designado por los militares- también tenía todo preparado para el festejo. El gobernador era el general Luciano Benjamín Menéndez (luego protagonista en las Islas Malvinas 1982), encima Norberto Outes abría el marcador para Independiente, vaya sumando e imaginando lo que pasó después, conociendo la historia que liga a la dictadura militar con el fútbol, pasión de multitudes

Entonces, en 14 minutos, el partido dio un vuelco: a los 15′ del segundo tiempo, Cherini empató con un penal dudoso y a los 29’, el árbitro Roberto Barreiro convalidó un gol con la mano de Bocanelli y se desató la locura en Talleres, ante la posibilidad de campeonato, y en Independiente, las expulsiones de Rubén Galván(5), Omar Larrosa (8) y Enzo Trossero (6).

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El equipo de Independiente aquella noche mágica en Córdoba: 25 de enero de 1978.

“El título se lo deben a Pastoriza, yo lo vi empujando a sus jugadores en la boca del túnel que querían retirarse de la cancha y gritarle: ‘Vayan sean hombres y jueguen carajo’”, recordó el zaguero cordobés Oviedo acerca de la arenga que el DT de la visita hacía a sus dirigidos.

“Yo no sé cómo pudo tener la mente tan fría para pensar que todavía nos quedaban chances. Éramos 8 contra 11 y ellos ganaban 2 a 1. Sacó a los 2 punteros (Brítez y Magallanes), hizo entrar a Biondi, que tenía mucha habilidad, mucho manejo de pelota y también a Bertoni. Sinceramente yo pensé que venía la goleada”, dijo en una entrevista el héroe de aquella noche, Ricardo Bochini, sobre su técnico José Omar Pastoriza que entró a la cancha, convenció a su equipo de seguir jugando y reacomodó sus líneas para buscar la hazaña.

Sobre la jugada que marcó el gol que le valiera el campeonato, “El Bocha” lo recordaba así: “(Rubén) Pagnanini me dejó la pelota en el medio de la cancha. Gambeteé a uno, se la toqué a Bertoni, que se la dio a Biondi. Cuando salió (Rubén) Guibaudo, Mariano hizo una gambeta larga para sí mismo, levantó la cabeza, me vio y me la tiró. Yo venía a la carrera y, como había dos jugadores de ellos tapando el arco, le pegué bien arriba. Entró ahí nomás, apenas debajo del travesaño”.

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Bochini festeja su primer título argentino con el “Rojo”: el Campeonato Nacional de 1977.

Bochini hizo goles memorables en su carrera: ante la Juventus (1973) para darle la primera Intercontinental a Independiente, aquella apilada en la Libertadores del 76 ante Peñarol (9, algunos los eludió 2 veces) en “el Centenario”, considerado el mejor gol en la historia de esa copa, y los dos contra River en la final del Nacional 78, tanto ese campeonato como el gol que lo permitió para la afición roja es el más querido.

“Se juntaron muchas cosas. Mi cumpleaños, la primera vez que salía campeón con Independiente, porque hasta ese momento había ganado solamente copas, y todo lo que rodeó al partido. Fue el gol de mi vida. Entró Pastoriza, me abrazó, me zamarreó y me calmó por completo. Estábamos 2 a 2 y con ese resultado éramos campeones. ¡Campeones jugando 8 contra 11 y en cancha de ellos! Increíble. En los últimos minutos nos defendimos con la pelota. Por eso la gente nos aplaudió en la vuelta olímpica a pesar de la tristeza”, señaló Bochini a la revista “El Gráfico” hace 38 años.

Ricardo Enrique Bochini cumple 62 años y recordar aquella gesta de campeonato en su día es definirlo: “’El Bocha’ era la reserva espiritual de un fútbol que se nos escapaba de las manos a toda velocidad” (Jorge Valdano, campeón del mundo en México 1986 junto al crack “rojo”).

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Dos imágenes del puñetazo de Bocanelli a la pelota que el árbitro “no vio”.

 

Video: Cuando “el diablo metió la cola” para darle un campeonato a Independiente

Nota: Adolfo González.

Fuente y fotos: Internet.

Video: YouTube.