INCLUSIÓN SOCIAL
jueves, 22 octubre de 2015 | 09:00

El taller sobre accesibilidad y ambientes inclusivos llegó al Colegio “San José”

Es una propuesta de la cartera Social que apunta a generar conciencia sobre las dificultades que encuentran los discapacitados para movilizarse en el espacio público y en diversas infraestructuras edilicias. Con el ciclo ya se visitaron cerca de 20 colegios capitalinos.

El taller llegó al Colegio “San José” para reflexionar sobre las barreras físicas y culturales que deben superar diariamente los discapacitados.

El taller llegó al Colegio “San José” para reflexionar sobre las barreras físicas y culturales que deben superar diariamente los discapacitados.

Profesionales del Subprograma Protección y Promoción a las Personas con Discapacidad, dependiente del Ministerio de Inclusión Social, visitaron este miércoles por la tarde el Colegio “San José” para ofrecer una nueva edición del taller sobre accesibilidad. Se trata de una iniciativa que recorre escuelas públicas y privadas para reflexionar sobre las barreras físicas y culturales que deben superar diariamente los discapacitados. En ese caso, participaron alumnos de todos los niveles del secundario.

En la charla, además de concientizar sobre la necesidad de adaptar las infraestructuras públicas y privadas para facilitar el acceso y el desplazamiento, se emplean sillas de ruedas, muletas y bastones para realizar prácticas. “La idea es que desde la experiencia concreta los chicos puedan ponerse en el lugar de las personas discapacitadas y reflexionar”, explicó el ministro, Gastón Hissa. Y remarcó que la propuesta se plantea como “un espacio para pensar si vivimos en una ciudad y en una provincia inclusiva, que integra a quienes tienen alguna dificultad”.

El funcionario, además, explicó que el ciclo ya visitó cerca de 20 colegios y que en cada ocasión los especialistas del Subprograma ofrecen información sobre cómo actuar en la vía pública con una persona con discapacidad motriz, problemas visuales o discapacidades auditivas, entre otras, para poder comunicarse y ayudarlas. “Buscamos que los chicos puedan ponerse en el lugar y la perspectiva de quienes tienen una discapacidad. Generalmente, transitamos por distintos espacios y no nos damos cuenta de las dificultades que deben afrontar”, remarcó.

Vivencias para reflexionar

La jefa de Protección y Promoción a las Personas con Discapacidad, Laura Giménez, agregó que “el objetivo es la difusión y promoción de derechos”, y que “en las jornadas además de concientizar y capacitar sobre accesibilidad se hace foco en el trato adecuado para personas con capacidades diferentes”.

Al inicio de la charla, los profesionales de Inclusión Social solicitaron a tres estudiantes que se vendaran los ojos voluntariamente y transitaran parte de la jornada de ese modo para luego describir sus sensaciones para sus compañeros.

También, los expositores explicaron cómo ayudar en la vía pública. “Siempre hay que presentarse y consultar si necesitan ayuda”, recalcaron. Luego ofrecieron ejemplos de colaboración con una persona ciega y con alguien en silla de ruedas. Al respecto, puntualizaron sobre la posición del cuerpo para acompañar y señalaron que hay que ponerse a la altura de la persona en la silla para que no deba elevar el cuello al dialogar.

El entorno debe amoldarse

Durante el taller se explicó que hay barreras físicas, culturales y comunicacionales que dificultan la autonomía en diversos ambientes. Y que la discapacidad actualmente se entiende como el resultado de la interacción de la persona con la sociedad; por lo que hay un nuevo paradigma internacional que entiende que es el ambiente el que debe adaptarse para integrar.

Sobre la accesibilidad, los especialistas de Inclusión Social definieron: “Son las adecuadas condiciones del entorno que posibilitan a personas con capacidades diferentes el desarrollo de las actividades de la vida cotidiana, sin restricciones, de manera eficaz, autónoma y segura. La accesibilidad comprende un conjunto de elementos encadenados que permiten acceder, usar y salir con autonomía, facilidad y sin interrupciones”.

Acerca de las barreras físicas mencionaron los escalones, las puertas y pasillos angostos, los baños inadecuados y los interruptores fuera del alcance. En relación a las comunicacionales, detallaron la ausencia de información en lenguajes adecuados para personas ciegas, sordas, o con discapacidad intelectual (lengua de señas, braille, audiodescripción, ayudas visuales). Mientras que en lo que respecta a barreras culturales, explicaron que son los prejuicios, temores, mitos y creencias, e información errónea.

“La accesibilidad es una condición necesaria para lograr la inclusión social de los ciudadanos con discapacidad y es responsabilidad de todos”, remarcaron.

 

Nota y foto: Darío Calderón – Prensa Ministerio de Inclusión Social.

Corrección: Berenice Tello.