HISTORIAS DE VIDA
domingo, 20 septiembre de 2015 | 00:14

Fernando Anzulovich: el puntano que triunfó en la calle Corrientes

La vida de Fernando Anzulovich transcurre entre el deporte y el arte. Según sus propias palabras “no me puedo encasillar en ninguno de los dos lados”. Este puntano de 30 años “cenó aplausos” durante tres años en los que estuvo dentro de “Stravaganza”, la obra teatral de Flavio Mendoza.

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Volando, colgado o parado de manos, Fernando Anzulovich triunfó en la obra “Stravaganza”.

“No recuerdo que de chico haya imaginado formar parte de un espectáculo o pasar de la gimnasia a la danza clásica; lo que sí puedo decir es que la experiencia de ‘Stravaganza’ es algo que, sin lugar a dudas, me abrió un montón la cabeza y que planificar la vida, por ahí no tiene mucho sentido sino que las oportunidades que se te van dando; está en uno saber aprovecharlas. Hay algo que te dice ‘ese es el camino’”, fueron los primeros conceptos de Fernando Anzulovich.

“Los caminos del Señor son misteriosos” y la frase bien puede aplicarse a toda la experiencia acumulada en distintos espectáculos, a los años en el alto rendimiento deportivo con la gimnasia artística para explicar o justificar su desembarco a las marquesinas de la calle Corrientes.

“Por cuestiones de estudio, inicio de facultad y demás decidí dejar el alto rendimiento que implicaba más de seis horas de entrenamiento por día y era algo que me costaba articular con la vida universitaria. Empecé a bailar para no dejar de un día para el otro la actividad y me enganché automáticamente con la danza clásica y a los tres meses de comenzar a estudiar conseguí trabajo en una compañía de danza clásica de Mar del Plata y a partir de ahí (tenía 20 años) empecé a bailar hasta hoy, mis 30 años”, señaló quien desde los 6 años a los 18 se formó en el polideportivo de la UNSL en la gimnasia artística.

De San Luis se fue a Córdoba, pasó por las carreras de Kinesiología, Abogacía, Educación Física y terminó la carrera de Periodismo Deportivo. Se fue a Italia en el 2010 con un grupo de bailarines donde él era el acróbata. “Argentango” se llamaba la compañía creada y producida por ellos. Las cosas no se dieron como las habían planeado.

“La experiencia fue increíble a pesar de que las expectativas que nos hicimos no se cumplieron. Estaba en un momento raro: el título de periodista en una mano y la acrobacia por otro. Por suerte, me salió en Carlos Paz hacer una temporada con el ‘Mudo Esperanza’, un humorista local, en un café concert donde la coreógrafa del espectáculo era una chica de Buenos Aires con muchísima trayectoria y contactos”.

Fernando Anzulovich necesitó de su formación deportiva para ingresar al mundo del arte. Una cosa está ligada a la otra y en este punto, él asiente: “Argentina no es un país que esté explotado culturalmente en la danza y la acrobacia. Esto no es como los países de la ex Unión Soviética donde la mayoría de los acróbatas del Cirque du Soleil* fueron gimnastas que en algún momento formaron parte del alto rendimiento o de la elite de la gimnasia artística. Los chinos u otros europeos, mismo los americanos o canadienses que hicieron gimnasia artística, después se pasaron al arte. Es como que van de la mano. Acá no pasa esto y ni siquiera yo pensaba en eso. Estaba en el deporte y después el estudio, paso obligado en la vida para prepararse para lo que sigue”, confiesa. Pero apareció lo de Panam y su reconciliación con la profesión.

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Con Panam, Anzulovich volvió a reconciliarse con el espectáculo.

“Aquella chica de Córdoba me hizo los contactos en Buenos Aires para el espectáculo que tenía Panam (Laura Franco) llamado ‘Panam y Circo’. Era para los chicos pero el elenco tenía mucho nivel. Había acróbatas y bailarines que la tenían clara. Un grupo muy idóneo y que me motivaba a seguir entrenando y seguir progresando en el ambiente”.

“Stravaganza” debutó en Carlos Paz en diciembre de 2011 y la primer temporada llamada “Water in Art” se prolongó hasta Semana Santa en las sierras cordobesas. Realizaba 15 funciones semanales y sus entradas se compraban semanas antes de cada función. Batió todos los récords de la historia en una temporada teatral de verano (no solo en la plaza cordobesa) y se estima que la recaudación superó los 8 millones de dólares.

Flavio Mendoza, acróbata, bailarín, coreógrafo con la puesta en escena de su primera obra, revolucionó el teatro argentino. Montó un show, que él mismo definió como “una producción al estilo Las Vegas”. Abarca todas las disciplinas, desde la danza, las acrobacias, la fusión de ritmos, la música en vivo y el humor.

El teatro Broadway de la Avenida Corrientes, corazón de la noche porteña, albergó a este éxito de taquilla (actualmente sigue en cartel con el nombre de Water in Art Evolution) donde Fernando Anzulovich formó parte durante tres años y cinco temporadas. Así recordó su audición:

“Caí con mi bolsito un viernes a las 9:00 al teatro. Flavio (Mendoza) para este segundo espectáculo, ‘Stravaganza, Estados del Tiempo’ hizo un casting durante cuatro meses. Arrancó en Chaco y terminó en Tierra del Fuego. Entrar significaba entre otras cosas, el reconocimiento”.

El acróbata puntano es reacio a las audiciones, se negó a presentarse la primera vez, recién llegado de Italia: “Una prueba o una audición es una de las cosas más feas que tiene esta profesión, es un rendir examen, me genera mucha presión y a mí me da mucho miedo, tengo que estar muy seguro y se tienen que dar las condiciones”.

Era agosto de 2012, venía de la estabilidad laboral, la seguridad y confianza que le significó trabajar con Panam. Mendoza accedió a videos de sus trabajos anteriores, de sus entrenamientos como gimnasta y dio su aprobación para la prueba final. Ambos sabían qué verían y qué darían.

“Hubo un corte final con 60 bailarines de donde quedarían 15 varones y ahí quedé. La primera temporada de ‘Estados del Tiempo’, hacíamos dos funciones por día, de martes a domingo. Comenzamos el 18 de diciembre de 2012 y finalizamos en Semana Santa de 2013. Algo así como 200 funciones”, expresó Anzulovich.

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Fernando Anzulovich quiere que haya más artistas puntanos triunfando en la calle Corrientes.

En total fueron cinco temporadas:  tres con “Stravaganza, Estados del Tiempo”, verano 2012-2013; invierno de 2013 y verano 2013-2014; dos con “Stravaganza, Tango”, invierno 2014 y verano 2014-2015.

“En ‘Estados del Tiempo’, por mis conocimientos tanto en acrobacia como en la danza, hacía prácticamente todo el espectáculo. Era el comodín además de pagar el derecho de piso correspondiente”, reconoció el acróbata-bailarín y agregó: “Lo sentí y lo viví, llegaba a realizar 12 de los 16 cuadros que tenía la obra. El resto eran de los actores y humoristas, sino capaz que también me metían (risas). Eso me enojaba mucho porque había gente que realizaban cuatro cuadros nada más y todos cobrábamos lo mismo”.

La siguiente obra de Flavio Mendoza fue “Stravaganza, Tango” y allí Fernando Anzulovich fue el único de los acróbatas que siguió del anterior elenco y tuvo un rol solista:

“Había cuadros de malambo y tango. Tenía mucha fuerza y estaba muy bien cuidado. Tenía intervenciones en cuadros de danza pero siempre solo. Hacía vueltas, mortales, bailaba un poquito y me iba. Aparecía de nuevo, colgado de una stafa (especie de arnés de tela). Aquí hacía más acrobacia, en el anterior era danza y acrobacia por igual pero era uno más del grupo”.

El espíritu inquieto de este artista hizo que se volviera a San Luis. Es miembro de la Federación de Gimnasia de San Luis y profesor de la escuela de gimnasia que funciona en “El Ave Fénix”. Parecería que necesitara completar el círculo de su vida y vuelve a involucrarse con el deporte.

“Una de las cosas que me tiene en la provincia es que quiero que haya más artistas en la calle Corrientes, en el mundo o donde sea porque hay con qué. Al 80% de lo que es mi arte lo formé acá en San Luis y si yo pude, cualquiera lo puede lograr”, destacó.

Fernando Anzulovich junto a Hernán y Erica Cornejo (integrantes del  American Ballet Theatre de Nueva York); Gerardo Marturano (bailarín del Ballet de Arte Contemporáneo del Teatro Gral. “San Martín” de Bs. As.) y Franco Cadelago (integrante de la compañía Ballet Concierto de Uñaki Urlezaga) son muestras del potencial puntano en el ballet y la danza clásica contemporánea. Pero Anzulovich logró el reconocimiento masivo en una obra de la que se hablará por mucho tiempo: marcó un antes y un después en las propuestas que el teatro argentino puso en cartelera en la “avenida que nunca duerme”.

“La masividad, para bien o para mal, es determinante. Cada noche ‘cenaba aplausos’. El público se ponía de pie cuando terminaba la obra y ni bien salíamos a saludar. Sentía toda esa energía de la gente”, enfatizó.

Además del éxito y reconocimiento obtenido, Anzulovich mencionó otros valores que extrajo de su experiencia en la calle Corrientes: “Me dejó mucha seguridad, un grupo de amigos y colegas que me enseñaron un montón de cosas arriba y abajo del escenario y eso que era uno de los más grandes de la compañía: empecé a los 27 años y el resto tenían 19 o 20. Sin embargo, eran chicos con mucha experiencia y fogueo en el espectáculo y sobre todo en la acrobacia”.

“Hubo días en que a las funciones las sufría. Estás colgado a 9 metros de altura con 38°C de fiebre con una contractura en el hombro. Si ajustás te lo dislocás y si aflojás te caes al piso. Esa fortaleza que a nivel mental desarrollás, también es una de las cosas de las que estoy agradecido”.

Hoy se “desenchufa” del mundo del espectáculo viendo torneos o planificando proyectos de gimnasia artística que fue el desencadenante de esta historia. Viendo a quién puede traer o qué hacer para mejorar y capacitar a los que se dedican a la gimnasia artística en San Luis:

“Lo que me dejó ‘Stravaganza’ es no planificar nada. Algo que empecé a los 6 años sin saber para qué, adonde o que rumbo iba a tener como lo fue la gimnasia artística en UNSL que terminó en la obra que batió todos los récords del teatro argentino. Estoy agradecido a Flavio Mendoza que confió en mis capacidades”, concluyó.

Lo dicho, volvió a la gimnasia para completar el ciclo pero tal vez para iniciar otro que lo lleve a desparramar su arte por caminos que, quizás, le queden por descubrir.

 

*Cirque du Soleil (Circo del Sol): es una compañía canadiense de entretenimiento, la cual se describe a sí misma como un “montaje dramático de artes circenses y esparcimiento callejero” y cuya sede se encuentra en Quebec, Canadá. Creada en 1984, posee más de 5 mil empleados de 40 países y franquicias que montan espectáculos alrededor del mundo.

 

Nota y contenidista: Adolfo González.

Fotos: Gentileza Fernando Anzulovich.

Corrección: Mariano Pennisi.