EL GOBERNADOR EN DUPUY
jueves, 02 julio de 2015 | 23:26

Poggi visitó a la comunidad menonita que proyecta emprendimientos productivos

La Colonia “Santa Rita” se ubica a 20 kilómetros de Nueva Galia y está formada por 21 familias. El gobernador de la Provincia, CPN Claudio Poggi, compartió una merienda, festejó el nacimiento de la primera menonita puntana y se interiorizó acerca de los diferentes proyectos productivos (lácteo, metalúrgico y de carpintería) que impulsa la comunidad, cuyas tradiciones se remontan al siglo XVI pero que se adaptan a las nuevas tecnologías. Solicitaron al gobernador la instalación de la red eléctrica.

El gobernador Poggi visitó a la comunidad menonita que proyecta emprendimientos productivos.

El gobernador Poggi visitó a la comunidad menonita que proyecta emprendimientos productivos.

Aunque los hombres visten con sombreros o gorras, mamelucos, camisas a cuadros gastados y zapatos de labriego; y las mujeres con vestidos largos, cofias y botines negros o sandalias, las 4×4 que los rodean más los celulares presionados por manos ajadas para filmar son indicios de apertura hacia el mundo actual.

La colonia menonita vino desde Chihuahua, México, con su tradición de más de 500 años, hasta Nueva Galia, a un campo de 9 mil hectáreas llamadas “El Tupá”, a la altura del kilómetro 574, por la Autopista Provincial N° 55.

Antes de la llegada del gobernador, Abraham, en un castellano con acento norteamericano, dice que ellos comparten la tradición religiosa de la otra comunidad en La Pampa, pero que están un poquito más avanzados en la tecnología. Sus compañeros se ríen de que en la pacífica colonia, al sur de la provincia vecina, aún usan tractores con cubiertas sin caucho. Para ellos, ser menonita en el siglo XXI conlleva una pizca de confort.

Poggi compartió una merienda, festejó el nacimiento de la primera menonita puntana y se interiorizó acerca de los diferentes proyectos productivos.

Poggi compartió una merienda, festejó el nacimiento de la primera menonita puntana y se interiorizó acerca de los diferentes proyectos productivos.

 

“Nos levantamos a las seis de la mañana. Ahorita en invierno a las ocho. Y una vez que tenemos los tambos ordeñamos las vacas y a trabajar en toda la agricultura. Al mediodía hacemos una pausa para comer, media o una hora, y no dormimos siesta, seguimos continuadamente hasta las ocho de la noche. El trabajo es de lunes a sábados. Y los domingos tenemos misa y nada más, hay que mantener la vaca de los tambos pero no trabajamos”, comparte Juan Berger Peters, uno de los referentes de la Colonia “Santa Rita” que fue bautizada así en honor al lugar de donde provienen. A cuenta gotas, otros menonitas con mano en el bolsillo o de brazos cruzados narran que en México había 100 colonias. “Algunas tienen como 15 mil habitantes”, agregan. Enfrente, entre el polvo, juegan niños y niñas rubias que parecen salidos de un cuento.

“Allá se escaseó mucho los campos y se nos estaban yendo los hijos a otros campos y por eso vinimos aquí”, explica Berger. Tiene la cara curtida por soles. El silencio espesa más su castellano.

A las 15:20, el mandatario arribó hasta la entrada del campo, junto al ministro del Campo, Gonzalo Amondarain; y sus pares de Medio Ambiente, Daiana Hissa; y de Industria, Comercio, Minería y Transporte, Federico Trombotto; el senador Sergio Freixes; la diputada Marcela Renau, y funcionarios.

La Colonia “Santa Rita” se ubica a 20 kilómetros de Nueva Galia y está formada por 21 familias.

La Colonia “Santa Rita” se ubica a 20 kilómetros de Nueva Galia y está formada por 21 familias.

Lo que sigue luego es una gruesa cortina de tierra durante casi 4 kilómetros. De pronto, en una de las esquinas alambradas, el camino se despeja para mostrar un edificio de ladrillos en construcción que parece un centro comunitario. Más adelante, uno de los ex propietarios del terreno aclarará que así de grandes son las casas porque los menonitas tienen de cinco niños para arriba. El polvo choca nuevamente contra el vidrio de la camioneta. Se aclara todo en otro espacio donde hay cuatro casas prefabricadas blancas de madera sostenidas por tacos grandes del mismo material. En los tendederos cuelgan vestidos lilas, azules y negros, o jeans de menor a mayor. Un aire acondicionado corta la austeridad. Además de tractores viejos, en el medio de ese improvisado barrio está la antigua hacienda donde por lo pronto la comunidad celebra misa hasta construir su templo. “Actualmente no tenemos educación pero estamos construyendo la escuela, y ya hay una señora preparada para darles clases a todos los niños, de lunes a viernes de las ocho de la mañana a cuatro de la tarde”, indica Juan, quien señala los ejes educativos: “La palabra de Dios y matemática para que sirva en el futuro para producir en el campo”.

Bajo ese radical estilo de vida habitan estos 110 creyentes repartidos en 21 familias que cada tanto se aprovisionan en Nueva Galia y van al médico hasta Villa Mercedes. Aparte de trabajar para la comunidad, algunos hombres son contratistas en campos aledaños, las mujeres, en cambio, cuidan a los hijos, confeccionan prendas de vestir y en sus labios mantienen uno de los tantos legados: el alemán.

Menno Simons era un sacerdote holandés que pasó del catolicismo al anabaptismo y se alineó a la iglesia estatal en Suiza. Luego de su muerte, sus seguidores se autodenominaron menonitas y, declarándole la guerra a la modernidad, se aferraron a las condiciones de vida propias del siglo XVI. Con silencio y abnegación, a lo largo de su historia, cada vez que labraron la tierra se convirtieron en graneros locales como en Rusia, por ejemplo.

El movimiento se difundió de Holanda a toda Europa, con asentamientos en Suiza, Alemania y Francia. En 1683, las luchas y la persecución hicieron emigrar a la rama suiza hacia América del Norte. En Argentina ya existen otras dos comunidades, una en Guatraché, en La Pampa; y en Pampa de los Guanacos, en Santiago del Estero.

La Biblia es el único libro que leen, según aclara Bergen. Para recibir al gobernador este jueves también viajaron desde Canadá un ministro y el obispo Isidro Blas, quien con su sombrero negro de ala ancha y sus dientes de plata, aún a la distancia, inspira respeto.

Durante la bienvenida, de una de las 4×4, una madre sacó a una beba completamente envuelta: era Anita, la primera menonita que nació en San Luis. Entre su frágil piel rosada, la bebé ya viene con los ojos cerrados como en oración. Al ritmo que lleva, se estima que dentro de 10 años la comunidad tenga 2 mil habitantes.

“Han sido muy bienvenidos desde que están en San Luis y espero que ustedes sientan lo mismo”, dijo Poggi, mientras merendaba junto a la colonia. Hace un año llegaron los primeros integrantes y desde noviembre están radicadas todas las familias. Se espera que arriben otras 56.

“He venido a conocer cómo sueñan en la parte productiva, de lácteos, carpintería, y muchos rubros más”, expresó el gobernador.

“He venido a conocer cómo sueñan en la parte productiva, de lácteos, carpintería, y muchos rubros más”, expresó el gobernador.

“He venido a conocer cómo sueñan en la parte productiva, de lácteos, carpintería, y muchos rubros más”, expresó el gobernador. Una mesa con varias delicias artesanales, entre ellas quesos caseros, atrajo a la comitiva gubernamental.

“Me pidieron ayuda para hacer la instalación eléctrica externa para producir y vivir. Y denlo por hecho que lo llevaremos adelante para ayudar a que rápidamente se instalen y comiencen a producir”, se comprometió. Después, otro de los referentes, Abraham Wiebe le regaló un sombrero blanco, típico de la comunidad.

Antes de despedirse, el mandatario ingresó a una de las fábricas de muebles, hecha también de madera. Poggi felicitó a uno de los jóvenes que edificó el lugar. En el campo trabajan además seis albañiles que no son de la comunidad.

“Aquí es un futuro para nuestra comunidad, por eso elegimos San Luis”, señaló Juan.

En plena tarde, otra polvareda cubrió a las camionetas mientras partían por un atajo.

Video: Juan Berger Peters, referente de la Colonia “Santa Rita”

Nota: Matías Gómez.

Fotos: Malvina Urquiza / Luciano Grangetto.

Video: Guillermo Ramón.

Corrección: Berenice Tello.

Contenidista: Cecilia Sosa.