“LAUDATO SI”
viernes, 26 junio de 2015 | 13:55

El Consejo Federal de Medio Ambiente adhirió a la encíclica de Francisco

Las autoridades ambientales de las distintas provincias de la Argentina y de la Secretaría de Ambiente de la Nación, nucleadas en el Consejo Federal del Medio Ambiente (COFEMA), que tiene como vicepresidenta a la ministra, Daiana Hissa, adhirieron a la Encíclica Ambiental “Laudato si” redactada por el papa Francisco.

El Consejo Federal de Medio Ambiente adhirió a la encíclica de Francisco

El Consejo Federal de Medio Ambiente adhirió a la encíclica de Francisco

En el documento suscripto por las autoridades ambientales de todo el país se expresa la plena adhesión a la encíclica papal “Laudato si”. El documento será enviado al santo padre como muestra del compromiso asumido.

Las autoridades ambientales reunidas en el COFEMA repasaron además las acciones llevadas a cabo en materia de energías renovables, tratamiento de residuos, cuidado de bosques nativos, agua, y en educación ambiental, temas en que los representantes reafirmaron la decisión de trabajar redoblando los esfuerzo inspirados en la encíclica como guía y en la premisa: “Para el cuidado de la casa común es mucho el esfuerzo que debemos realizar todavía”.

En el documento, el santo padre condena el consumismo extremo y la cultura del descarte, y relaciona la pérdida del ambiente con la pérdida de la dignidad del hombre.

En este documento, inspirado en San Francisco de Asís, de quien tomó el nombre Jorge Bergoglio para dirigir la Iglesia, enumera muchos puntos donde queda en evidencia que “son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”.

Allí mismo el papa asegura que la pobreza está íntimamente relacionada a los cambios en la naturaleza, el incremento del nivel de los océanos, la depredación de la fauna, la tala de los bosques y selvas, las sequías, las enfermedades que provocan la mala calidad de la escasa agua y los desastres naturales que se producen en diferentes partes del mundo obligan a las poblaciones a emigrar a lugares inciertos. Esas poblaciones son siempre las más pobres y las que menos aportaron al cambio climático, pero son quienes pagan las consecuencias de la cultura del derroche que rige en los países económicamente desarrollados, que están muy lejos de estas otras realidades.

Nota y foto: Paula Kraliczek – Prensa Ministerio de Medio Ambiente.

Corrección: Berenice Tello.

Contenidista: Jorge Gallego.

 

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