San Luis se movilizó para que #NiUnaMenos muera por la violencia

Bajo la consigna de marchar pidiendo justicia por las mujeres que murieron en manos de la violencia y gritar muchas veces “basta” para que “Ni una menos” vuelva a sufrir el calvario del maltrato, miles de personas embanderadas se movilizaron para pedir lo mismo en San Luis. El epicentro de la convocatoria fue el centro de la capital que durante dos horas se detuvo para darle paso a una marcha que simultáneamente se realizó en todo el país.

La tradicional esquina del Correo Argentino fue el punto de encuentro. La llegada de personas de todas las edades, comenzó una hora antes del inicio. A las 17:00, hora fijada a nivel nacional para llevar adelante la movilización, las almas colapsaron la zona, por lo tanto la Policía tuvo que cortar el tránsito en Illía y Cahacabuco, en Junín y también en San Martín y Pringles.

Se convocaron con sus carteles y banderas que los identifican como integrantes de diferentes agrupaciones de estudiantes de la UNSL, movimientos y partidos políticos, agrupaciones y diferentes asociaciones y fundaciones comprometidas con la ayuda social, los derechos humanos y de la mujer. Acompañaron el ex gobernador de la Provincia de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; legisladores provinciales, concejales, funcionarios provinciales, dirigentes políticos.

Durante la gira que lo mantuvo a lo largo de la jornada por el interior, el gobernador de la Provincia, CPN Claudio Poggi, se sumó a la iniciativa nacional de marchar en contra de los femicidios y en su cuenta de Twitter manifestó su posición: “El hombre que ejerce violencia física o moral contra una mujer, es una mala persona. Luchemos todos para que esto no ocurra más”, escribió. Además, el primer mandatario compartió fotos con docentes y alumnas en La Toma, Naschel, Concarán, Merlo, Cortaderas, Papagayos y Villa del Carmen, que pidieron para que #NiUnaMenos muera por violencia de género.

Por más de media hora, los convocados permanecieron en el lugar, exhibiendo las leyendas que piden respeto en una sociedad donde las mujeres mueren todos los días a causa de la violencia familiar: “El machismo también mata”, “Solo los cobardes son valientes con las mujeres”,”No hagas trato con el maltrato”, “Mujer bonita es la que lucha”. También dedicaron cantos para que la trata y el maltrato no se lleven la vida de más mujeres en Argentina. El movimiento se vivió en todo el país, al mismo tiempo, y significó en gran parte un apoyo, una contención y un grito de defensa para que las que solas no pueden enfrentar una realidad que lastima.

“Me sensibiliza mucho estar acá, porque sufrí en carne propia los golpes de un hombre. Se puede salir adelante, pero los malos recuerdos no se me van”, contó Mónica entre las lágrimas y la angustia del pasado. Trabaja en un comercio, pero pidió permiso para estar ahí. Su testimonio se cruzó con otras historias similares que terminaron en muertes, y que se conocieron a través de la familia que lleva como una cruz las intrigas de esa muerte.

Minutos antes de las 18:00, la columna que conformaron más de seis cuadras de personas comenzó a moverse en contramano por calle San Martín. El paso siguió hasta el edificio del Poder Judicial donde se detuvo para hacer el reclamo más emotivo. En la puerta, los familiares de Denisse, Marilyn y Brenda, tres mujeres de San Luis asesinadas, expusieron sus casos y reclamaron. Lloraron, se abrazaron, recordaron y pidieron justicia.

Después, la manifestación continuó camino por calle Rivadavia hasta su desconcentración, a las 19:00, en el mismo punto de partida, alrededor de la Plaza Pringles.

La tradicional esquina del Correo Argentino fue el punto de encuentro.

La iniciativa de realizar la marcha nació el 11 de mayo a través de las redes sociales, a partir de un nuevo femicidio que golpeó a los argentinos: la muerte de Chiara Paéz, una chica de 14 años asesinada y enterrada por su novio. La primera en alzar la voz fue una periodista. Su mensaje fue un puntapié para que un grupo de mujeres de los medios de comunicación decidieran apoyar la convocatoria para decir basta.