Homenaje a los bomberos por su solidaridad, compromiso y entrega

Desde hace 26 años que funciona la sede de Bomberos Voluntarios en la ciudad de San Luis. Están en Falucho antes de Junín, al lado de la Comisaría 1ª. Más de uno recordará el sonido del “toque de sirena” que invadía el aire puntano, sobre todo los que viven en la zona céntrica, todos sabían que era un llamado para los bomberos, que algo había ocurrido, que alguien acudiría en su ayuda. Hoy, el ritual se repitió, pero a modo de tradición. En todo el país se recuerda el trabajo de estos hombres y mujeres que cada día ponen su vocación al servicio de la comunidad. “Se es bombero toda la vida”, sostiene el oficial auxiliar de dotación, Juan José Ramírez.

Homenaje a los bomberos por su solidaridad, compromiso y entrega.

Actualmente el cuartel tiene guardias de 6 personas, de 24 horas. En total, por día, circulan por la sede entre 10 o 12 personas. En el ingreso se encuentran estacionadas todas las autobombas y camionetas acondicionadas para los incendios y siniestros; en el interior, en un perchero dispuesto a lo largo, cuelgan los trajes especiales para protegerlos de las altas temperaturas; en un estante paralelo están los cascos, cada uno lleva su nombre, más abajo se encuentran las botas. Todo preparado para salir, cuanto antes, por alguna emergencia.

Esta mañana, a las 8:00, como una manera de evocar viejas épocas y de provocar nostalgia en los bomberos que ya no están en el cuartel, sonó el “toque de sirena”. El oficial auxiliar a cargo del cuartel cuenta que “hoy sonó a modo de tradición de la institución por nuestro día. Hemos avanzado en cuestiones de comunicación y hoy nos llamamos por otras vías”. Este martes, a las 20:00, se repetirá el ritual.

“Tenemos amigos que están fuera de servicio y esta mañana nos llamaron para contarnos que el sonido los había reconfortado, se sentían bien, ellos están siempre pendientes, ayudando en lo que pueden”, narra Ramírez.

“Se es bombero toda la vida”, sostiene el oficial auxiliar de dotación, Juan José Ramírez.

“Nosotros hace 26 años que estamos en la capital de San Luis”, remarca con voz orgullosa el oficial auxiliar Ramírez y, al referirse al entrenamiento, cuenta que se ingresa como aspirante, se completa un año de capacitación, tanto teórica como práctica, para llegar a ser bombero. “Uno puede ser oficial, jefe o lo que sea, pero las capacitaciones son continuas”, puntualiza.

Los Bomberos Voluntarios de San Luis no sólo se capacitan a nivel provincial sino que también lo realizan a nivel nacional. Además, durante este año, planean viajar a Chile para perfeccionarse.

El personal del cuartel no sólo acude en socorro de los siniestros o catástrofes ocurridas en la provincia. “A principio de año estuvimos trabajando en Chubut en los incendios forestales, en dos oportunidades fue requerido nuestro trabajo en esa provincia, fuimos a ayudar a los colegas de aquella zona”, relata el oficial a la Agencia de Noticias San Luis.

En su cotidiano, en el día a día, los bomberos han debido de enfrentarse a diferentes situaciones, algunas muy difíciles, donde incluso han llegado a perder vidas. “No es fácil, porque hemos visto muchísimas cosas que quizás una persona normal, con un trabajo común o un civil no lo pueda soportar”, testimonia Juan José, con los ojos brillosos, no es el viento que corre afuera, por su mente pasan mil imágenes, las procesa, luego habla: “Hemos tenido siniestros realmente feos, difíciles de llevar. Esto para nosotros es un trabajo y con lo que vivimos acá a veces debemos escondernos en nosotros mismos para no llevarlo a la familia”.

En su trabajo hay una parte dolorosa, fea, pero hay otra, esa es la que los hace levantar cada día. ¿Qué es lo reconfortante?, lo consultamos, pasan milésimas de segundo, sin dudarlo responde: “El ‘gracias’, sólo el gracias de la gente nos llena, no pedimos nada más”.