41ª EDICIÓN
sábado, 09 mayo de 2015 | 12:23

Desde San Luis hasta la Feria Internacional del Libro

Miradas e historias puntanas en un recorrido por uno de los eventos más atrayentes de la literatura hispana.

Las ofertas literarias junto a los stands de las grandes editoriales son los lugares más concurridos

Las ofertas literarias junto a los stands de las grandes editoriales son los espacios más concurridos.

6:30. General Rodríguez, provincia de Buenos Aires. El contingente puntano ha recorrido poco más de la mitad del camino hasta la Feria. El colectivo frena en una estación de servicio para que los viajantes estiren las piernas o los órganos.

Enfundado en un camperón azul, Daniel Salto, aprovecha la ronda de fumadores para recitar una poesía social y otra amorosa. Está cargado con resonancia porteña. Hace olvidar el frío nocturno.

A los 53 años, Salto obtuvo el tercer puesto en el concurso “San Luis Te publica tu Primer Libro”, por la novela “El Cadáver de Mackena”. En San Luis lo apodan el poeta mecánico. Las manos anchas delatan su oficio. Salto junto a Ariel Szpehier, autor de “Semillas de conciencia”, son dos trovadores populares que recitan en cada centímetro de la ciudad. También pasearon sus versos por la Feria Internacional del Libro, en Capital Federal.

Durante 21 días, 4.843 sellos y 514 expositores a lo largo de 45.500 m2 atraen a 25 países y comunidades. Para la Feria, en cada stand hay un gesto que se multiplica ante columnas o mesones de libros: nucas inclinadas. Aunque sólo sea por un parpadeo, bucear en el universo literario exige semejante reverencia.

Entre los pasillos-más apiñados de público frente a los grandes editoriales-, además, flotan palabras, pero no tan prolijas o cultas como recién salidas de una enciclopedia, sino que hay diálogos frescos, irreverentes, tecnos. Y la Fundación El Libro, organizadora de uno de los eventos más convocantes de Latinoamérica, atiende a los nuevos lenguajes.

Desde 2012, la Feria destina un espacio de más de 50 m2 bautizado “Zona Futuro”, donde circula lo que habitualmente no se presenta en las librerías, como cultura digital, cómics, videos juegos, hip hop, etc.

Asimismo, en la tarde del jueves, el puesto de “Ciruelo”, cuyo nombre real  es Gustavo Cabral, fue uno de los más curioseados. El artista trabaja en diversos proyectos editoriales con el cineasta George Lucas. El año pasado expuso su fantástica muestra pincelada con caballeros, dragones y princesas medievales en la Feria del Libro, en Villa Mercedes. “Ciruelo” no paró de firmar dedicatorias en la Rural rioplatense, colmada de adolescentes.

Ciruelo también expuso en la Feria del Libro en Villa Mercedes el año pasado.

Ciruelo también expuso en la Feria del Libro en Villa Mercedes el año pasado.

Actores que leen y un concurso abierto fueron otras de las propuestas para esta 41º edición que creció un 10%, comparada con el año anterior, y que cierra el lunes. La literatura juvenil extranjera y nacional gana una porción importante de las ventas editoriales. El género autoayuda o “New Age” todavía suma. Dos perlitas en este evento: la cantidad ejemplares de “Las mil y una noches”, auge probablemente asociado a la novela turca que emite El Trece; y, al costado de la avenida Sarmiento, entre los pabellones Azul y Ocre, un túnel plástico que muestra guiños literarios como “Pessoa no te abandona” o “Si es Osvaldo Bayer, es bueno”.

Con algo de maña y tiempo, la Feria es una oportunidad para buscar tesoros. Para los más apurados, a diferencia del año pasado cuando Vargas Llosa abundaba entre las ofertas, ahora se venden tres clásicos literarios a sólo $100. Pero, como siempre, es un secreto a voces que para desempolvar joyas conviene visitar los kioscos callejeros con obras usadas.

Entre las presentaciones de la jornada, “Quino”, creador de Mafalda, firmó autógrafos, y el periodista uruguayo Víctor Hugo Morales exhibió el libro “Mentime que me gusta”. Morales salió del evento en moto para llegar a tiempo a la transmisión del superclásico River- Boca.

Por la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), Bruno Milani presentó “Extraños fragmentos que dejó el océano a orilla de mi casa”, y la española Rosa Monteros con “El peso del corazón”, recibió a sus seguidores en el stand de “Planeta”.

Desde que inauguró la feria, el 23 de abril, entre los destacados estuvieron el irlandés John Banville, candidato al Nobel; la socióloga y antropóloga francesa Michèle Petit; el exitoso escritor Arturo Pérez Reverte; y el poeta chileno Raúl Zurita. Además de una nutrida comitiva mexicana que incluyó a Margo Glantz y Carmen Boullosa. Al igual que Brasil en 2014, este año, México trajo grandes plumas hasta la Feria.

México fue el invitado de lujo para la edición 41 de la Feria

México fue el invitado de lujo para la edición 41 de la Feria

El contingente puntano, a las 18:30, en la Sala “José Hernández” del Pabellón Rojo asistió a la presentación de la obra “Casa de la mirada” de Perla Montiveros de Mollo (81). Alrededor de 400 personas aplaudieron a la hija de Delia Gatica de Montiveros.

“Será imposible desprenderse de esta lectura amena y profunda. El humor, la ironía y la picardía emergen en un cuento, un sucedido, un caso”, dijo la antropóloga y doctora en Filosofía y Letras, Claudia Alicia Forgione, encargada de introducir el libro, en una suerte de entrevista donde San Luis cumplió una década en la Feria.

De visita por Capital Federal, algunos sanluiseños adoptivos recorrieron los stands de sus provincias natales. Otros aprovecharon para andar por la “ciudad de la furia”. Cuesta que los ojos puntanos se acostumbren a adivinar el cielo detrás de inmensos edificios, o que entre tantas calles ruidosas ninguna traiga aire serrano.

Con el ajetreo del día, tras recorrer la Feria plagada de boom impresos y autores de moda, Daniel Salto y Ariel Szpehier regresaron a la provincia cerca de las 22:00. Ambos se autopromocionaron durante el evento internacional. De una mochila gastada, Salto sacó un cuaderno repleto de textos caseros. Cada vez que lo felicitan, el poeta mecánico mira para abajo con sus lentes amplios y agradece. Szpehier, de un morral estilo artesano, compartió orgulloso dos recuadros plastificados que le dedicó un diario local a su biografía mochilera más su libro que ya va por la sexta edición. Es que los viajes literarios también sacuden mapas interiores.

Nota y fotos: Matías Gómez