LA CALERA
viernes, 01 mayo de 2015 | 22:23

“El me violó, pero no es el padre de mi hija”

Yanina tiene 23 años, y si bien no son demasiados, la vida le hizo protagonizar situaciones difíciles de las que hoy quiere recuperarse y olvidar. En un testimonio exclusivo que brindó a ANSL contó por qué después de cuatro años denunció al tío que la violó.

La denuncia fue radicada en La Calera

La denuncia fue radicada en La Calera

En la entrevista telefónica que ofreció el día después de realizar la denuncia en la Subcomisaría 5° de la localidad de La Calera, la chica explicó que fue el reclamo de paternidad que exige su tío sobre su primera hija, lo que la movilizó a exponer el caso, inclusive ante los medios de comunicación. “Cuando me fui a trabajar a su casa ya estaba embarazada; y él lo sabía porque se lo dije. Un día que mi abuela se fue, el me violó, me agarró a la fuerza y no pude defenderme”, dijo como introducción de su testimonio.

Eso ocurrió en el 2011, cuando tenía 19 años. Ella había quedado embarazada de su novio, al que dejó en La Calera para irse con su abuela a trabajar a una zona rural distante a 10 kilómetros del pueblo. Era la casa donde vivía el primo hermano de su papá, el supuesto abusador. Por ese momento, la familia de la joven no vivía de la mejor manera, inclusive sus padres se habían separado; entonces la propuesta de cuidar animales y plantas en ese campo era una posibilidad alentadora. Antes de ese traslado, la muchacha aseguró que fue a la salita del pueblo y allí le comunicaron las sospechas que tenía: Estaba embarazada.

Pese a su estado, le ayudaba a su abuela con el cuidado de cabras y gallinas. Pero un día, muy temprano, la mujer tuvo que viajar hasta San Luis por sus problemas de salud y la dejó sola. Después de eso ocurrió el abuso que nunca imaginó. “No había nadie, no pude pedir ayuda. Pero al tercer día que eso pasó me volví a mi casa”, contó. No sabe decir del todo si ha superado ese momento, pero cree que “un poco sí”, y tampoco por qué no denunció el mal que había sufrido. La nena nació en el pueblo, le puso su apellido y volvió a trabajar al campo. Pero cuando cumplió un añito se fue definitivamente de ese lugar y comenzó una vida nueva.

La violación pasó a un segundo plano en la denuncia que realizó hace unos días con mucho fastidio, porque lo que más le importa es su hija: “No quiero que lleve al apellido de un tío carnal, no quiero que la vea ni que le de nada, porque él no es el padre, no lo quiere entender. Quiero que le saquen ese apellido”. El hombre, convencido de que esa nena fue el fruto de la única relación sexual forzada que tuvo con la chica, realizó los trámites para que la pequeña lleve su apellido; además exige mediante intervención de la Justicia un régimen de visitas y quiere “pasarle la mantención” correspondiente.

“Quiero salir rápido de esto, porque desde que nació mi hija no nos deja vivir en paz, no nos deja vivir. Son muchos problemas, más ahora que estoy en pareja y tengo un bebé chiquito”, dijo la chica que es ama de casa y que vive con un trabajador rural que le exige saber la verdad: “Está celoso y quiere saber quién es el padre. Por eso si me hacen el ADN mucho mejor. Mi tío no es el padre de la nena. El papá es otra persona, fue un novio que tuve mucho antes”.

Nota: Catalina Ysaguirre

Foto: ANSL