Restauran la imagen de la Virgen del Rosario

Una multitud acompañó la llegada de la imagen restaurada de la Virgen del Rosario a su templo en Quines. Con el regreso de la santísima madre comenzó la novena en su honor.

El jueves 25 de septiembre a las 20:30 el padre Andrés Puerta y los integrantes de la Comisión Pro Templo Virgen del Rosario, presentaron la imagen restaurada de la santa patrona. A pesar del mal tiempo por el viento reinante, una multitud se congregó en las puertas de la Iglesia para con alegría y emoción rezar el Santo Rosario.

La imagen de Nuestra Señora del Rosario, fue adquirida y donada por las familias Suárez y Montiveros. Tiene aproximadamente un metro y medio de altura, rostro muy pulido y cabellos naturales. Posee capa celeste y vestido rosado.

La iglesia que contiene la imagen data de antes del año 1800. En la segunda etapa poblacional (1858 y 1862), cuando el pueblo avanza hacia la banda oeste del río, el trazado de la localidad se hace teniendo en cuenta la ubicación de la iglesia quedando está del lado sur de la plaza, es así que Quines creció bajo el ala de la Virgen del Rosario.

El templo “Virgen del Rosario” es uno de los símbolos más representativos del norte de la Provincia, fue testigo fiel de dos siglos de historia. En las primeras décadas del siglo XX, la parroquia no contaba con bancos, las personas se arrodillaban y se sentaban sobre sus “chuses” (telas tejidas a telar criollo). El piso de la iglesia era de ladrillo.

Los años pasaron, los nombres y los hombres fueron variando, pero lo que no cambió fue la enorme veneración existente por la Virgen del Rosario. Esta devoción se ve reflejada año tras año, cuando miles de personas se encolumnan en solemne procesión.

Con el transcurso del tiempo, esta parroquia ha sufrido diversos deterioros y accidentes, que con el esfuerzo de la gente del pueblo, fueron reparados. En el año 1930 se produjo un derrumbe en la pared que da hacia el sur y sepultó la imagen de la Virgen. Al ser rescatada entre los escombros se descubrió con asombro que el único daño que había sufrido era el de un dedo roto. Otro deterioro importante lo sufrió en el terremoto del año 1978 en Caucete, los mayores daños los sufrió el campanario, cuyos bronces dejaron de tañer por algún tiempo.