“Dimos un salto de calidad pero podemos jugar mejor”

Nocioni y Scola haciendo lanzamientos en el entrenamiento del martes en el Pabellón San Pablo.

El balance es bueno, mejor del esperado, y el panorama está abierto para lograr lo que, a priori, lucía muy difícil, ser primeros en el grupo. Argentina es escolta de Grecia en el grupo B con récord de 2-1 y este miércoles, a las 12.30 (por Canal 13), enfrentará a Senegal, la sorpresa de esta zona -la más pareja- que se disputa en Sevilla. Para el jueves, a último turno, quedará el duelo con los griegos, con las chances de cerrar punteros y enfrentar al cuarto de la zona A, la más difícil en términos de oposición (pasarían España, Brasil, Francia y Serbia).

Hasta ahora, Argentina le ganó a los dos rivales que debía, a Puerto Rico con más holgura de lo pensado y a Filipinas, con menos. Y perdió con Croacia, en una derrota que estaba en los planes. En el juego han sido más las virtudes que los déficits, aunque es claro que al equipo no le sobra nada. Puede competir contra la mayoría, pero también -como se vio ante Filipinas- puede caer con cualquiera. Defensivamente, la Selección mejoró. De a ratos, sí, pero mejoró. Contra los boricuas tuvo largos pasajes de agresividad, intensidad y eficacia. Ante Croacia no sucedió lo mismo. La talla y la profundidad de plantel de los semifinalista de Europa fueron kriptonita. Argentina recibió 90 puntos. Filipinas, con su estilo arriesgado y nada convencional, complicó durante cerca de 25/28 minutos. En lo que Argentina le tomó la mano, hizo la diferencia.

Ofensivamente, el equipo mostró su mejor cara y, hasta ahora, es el tercer ataque más anotador del Mundial (con 89.3 puntos), detrás de Estados Unidos (106) y Eslovenia (89.5), el quinto en triples con 38.2% y el 10º en porcentaje de cancha con 47%. Contra Puerto Rico hubo circulación de pelota, fluidez, eficacia y lucidez. Ante Croacia, pese al mayor tamaño de los rivales, se llegó a 85 tantos pese a la derrota. Y frente a Filipinas alcanzó esa misma cantidad, más allá de que el equipo entró en el vértigo rival y abusó del tiro de tres. Scola es el tercer goleador del torneo con 23 y, en el equipo, lo sigue Nocioni con 12.7. Si bien el quinteto que mejor funciona es con dos bases (Prigioni y Campazzo), dos aleros (Herrmann como 3 y Chapu corrido como ala pivote) y Scola de centro, las apariciones de Safar (vs Puerto Rico), Laprovittola y Mata (ambos ante Filipinas) le dan más opciones a Lamas. Y alargan la rotación, algo clave para un torneo tan desgastante.

“Estamos conformes con el nivel, dimos un salto de calidad con respecto a los amistosos, pero todavía podemos jugar mejor”, opinó Julio Lamas luego del entrenamiento vespertino en el Pabellón San Pablo. “Sabemos que podemos sufrir con cualquiera pero también que ningún rival es imposible”, agregó Facundo Campazzo. El base aseguró que “el cansancio se siente, sobre todo luego de tres partidos en días consecutivos”, pero que el descanso, la alimentación y el regenerativo habían sido buenos. “Estamos bien, incluso los más grandes”, contó.

A Argentina le quedan Senegal y Grecia, con chances intactas de ser el mejor del grupo. El equipo va paso a paso y ya está concentrado en los africanos, que son la sorpresa tras vencer a Puerto Rico y dar el batacazo ante Croacia en base de un juego físico y un equipo alto que tiene como figura a Gorgui Dieng, pivote NBA que promedia 22 puntos.  “Tenemos que tratar de no ir a ese juego. En el terreno del correr y saltar, ellos se imponen, pero nosotros con la técnica, la táctica y el juego de pases tenemos un oficio mayor, pero lo tenemos que usar bien. Tenemos que llevar el partido adonde más nos conviene”, analizó el entrenador.

Pensando en Senegal pasó el día libre de la Selección, que ya sabe que se puede y no tiene límites en sus ambiciones.