Talleres participativos para ordenar el crecimiento de los municipios

San Luis crece y, como ya es costumbre en la provincia, el progreso debe ir acompañado por el cuidado del entorno. Las primeras reuniones serán en Potrero de los Funes y La Punta.

Por eso el Ministerio de Medio Ambiente, a través de talleres participativos, impulsa el trabajo de los municipios en la reglamentación de su crecimiento, de una forma sostenible en el tiempo y respetando el entorno y la biodiversidad.

Desde los primeros días de diciembre se llevará a cabo una serie de reuniones con los municipios de la zona que rodean las sierras centrales. Las primeras se realizarán en Potrero de los Funes y La Punta. Seguirán Luján, San Martín y Tilisarao. Se sumarán también Estancia Grande, El Volcán, El Trapiche, Río Grande, La Florida y La Carolina, entre otros.

“Buscamos lograr un crecimiento ordenado que no altere el espíritu que atrae a tantos inversores, nuestra belleza natural y la rica biodiversidad. Todos destacan la paz que transmite el canto de nuestros pájaros, lo imponente de nuestras sierras, pero esto es de todos los puntanos, de las generaciones de hoy y las de mañana, por eso es necesario preservarlo”, explicó la ministra Daiana Hissa.

“El primer paso es reunirnos con los vecinos y los intendentes para coordinar las zonas que cada municipio debe proteger de las sierras, ya que nadie conoce mejor que ellos la proyección y el perfil que sus localidades necesitan. Para asesorar sobre la preservación de los recursos naturales está el Ministerio a disposición, pero son ellos quienes tomarán las decisiones, teniendo en cuenta la legislación vigente”, destacó el jefe de Subprograma Ordenamiento Ambiental Territorial, Juan Pablo Laugero.

“Desde el Ministerio es nuestra misión proteger la flora y la fauna nativa, por esto hicimos un riguroso trabajo plasmado en un mapeo de bosque nativo, pero esto no sólo fue para cuidar los recursos naturales, sino también los bienes de los vecinos. Hay construcciones muy metidas en las sierras, en una zona que le llamamos de interfase, es decir, en el medio de la naturaleza hay urbanización. Estas zonas, cuando hay incendios forestales, son afectadas y suelen quedar atrapadas entre las llamas. Esas obras, no autorizadas, también provocan que las sierras se laven y ante una lluvia intensa, la casa puede bien rodar por una ladera o provocarse allí cárcavas, con los daños que ocasionan”, detalló el jefe de Programa Biodiversidad, Jorge Heider.

En estos talleres participativos se trabajará para proponer recomendaciones, debatir ideas y presentar propuestas para que las construcciones se enmarquen en el espíritu del desarrollo sustentable. “Por esto invitamos a contactarnos a municipios, ONG, colegios de arquitectos, ingenieros, entes de turismo y demás personas interesadas en un crecimiento ordenado de una de las zonas más bellas y visitadas de la provincia”, invitó la ministra.

Parque Presidente Perón

El trabajo de ordenamiento y conservación que lleva adelante el Ministerio de Medio Ambiente ya había llegado al Parque Presidente Perón que se extiende sobre las Sierras de los Comechingones, consideradas Área Natural Protegida, que integra las localidades turísticas de la Costa.

De ese ordenamiento surge una “zona de amortiguación” donde los intendentes de cada localidad deben realizar la reglamentación sobre lo que se puede y no se puede hacer. Para cada caso se estableció una cota específica, que es el límite del área natural protegida establecida por leyes provinciales.

El desarrollo inmobiliario allí es un boom, por lo que el decreto reglamentario 3220 de 2011 creó un consejo consultivo, encargado de estudiar las propuestas de los municipios sobre la reglamentación de estas “zonas de amortiguación”, que, por ejemplo para el caso de la Villa de Merlo va desde la actual traza de la Ruta Provincial Nº1 hasta los 1000 metros de altura sobre el nivel del mar.

“Tanto en las sierras de los Comechingones, como ahora en las Centrales, buscamos establecer parámetros que marquen hasta dónde es conveniente construir sobre las sierras, teniendo en cuenta el tipo de obras, las características topográficas, geológicas, de preservación de cuencas y de la biodiversidad, es decir, atendiendo al desarrollo sustentable”, explicó Laugero.