sábado, 20 julio de 2013 | 01:10

Una amistad para toda la vida

Este 20 de julio, Manuel Sternik y Jorge Chada, ambos de 82 años, contaron cómo han logrado sumar 70 años de amistad, porqué se siguen juntando, y a pesar de tantos momentos difíciles que atravesaron sus vidas, porqué se siguen eligiendo el uno al otro.

Felices juntos. Jorge Chada y Manuel Sternik nos cuentan su eterna amistad

Felices juntos. Jorge Chada y Manuel Sternik nos cuentan su eterna amistad

Sería casi imposible hacer un resumen de las incontables anécdotas que han sumado en tantos años de amistad, pero con certeza se puede afirmar que han logrado congeniar sus personalidades para conformar una amistad para toda la vida.

“Los amigos no hay que buscarlos, sino que se encuentran. Con Jorgito tuvimos también diferencias, no creas que todo fue uno para el otro, también había peleas, había distanciamientos. Por ahí él daba sus puntos de vista y yo daba mis puntos de vista, y a veces había rispideces”, contó Manuel.

“Con Jorgito a través de tantos años hicimos el Colegio Nacional juntos, yo lo admiraba y me gustaba como él se comportaba”, agregó con una sonrisa.

“Cuando éramos chicos íbamos al mismo grado y nos sentábamos en el corredor. Era mi único amigo”, recordó Jorge mirando a Manuel a los ojos.

Jorge emocionado recuerda esos primeros años de amistad

Jorge emocionado recuerda esos primeros años de amistad

Nos comentaron que lo importante en una amistad es cuando hay una complementación y no una igualdad de pensamiento. Que la amistad no es una hermandad, ya que en la misma hay otro encuadre. “La amistad es una situación pura, de depositar lo que uno tiene en ese otro en el cual tiene una confianza total, plena” coinciden ambos.

“Yo vengo a verlo porque él me hace recordar. Por ejemplo, los viejos como nosotros, no creas que dormimos toda la noche, por razones funcionales – en ocasiones relacionadas a la salud –  yo me levanto de tres a cuatro veces por noche, cada dos horas a veces y me quedo despierto. Entonces por ahí me pongo a pensar como era el antes” reflexionó Manuel.

Manuel sabe que puede confiar en su amigo incondicionalmente

Manuel sabe que puede confiar en su amigo incondicionalmente

Los dos expresaron que sentían mucha admiración el uno por el otro, y que siempre se acompañaron, se apoyaron y se ayudaron en los momentos más duros y difíciles que han atravesado en sus vidas.

Si bien contaron que ambos actuaban y se desempeñaban en mundos distintos, también rescataron que juntos solían ‘emparejar’ muy bien las cosas. Ese es el resarcimiento afectivo que permanentemente no quieren dejar de olvidar y el motivo principal por el cual siempre se juntan y se vuelven a elegir.

“Manuel ha sido mi amigo del alma, y esa amistad del alma la tiene poca gente, no la pueden transmitir. Yo le transmití a Manuel esa parte y él me la devolvió de la misma manera” expresó Jorge y con otra mirada cómplice hacia Manuel concluyó: “Éramos uno solo. Le doy la bendición a Dios por haber tenido un amigo como él”.