jueves, 20 junio de 2013 | 18:57

Omar Gandara avanzo hasta la séptima posición

El paso por el desierto de Fiambalá fue uno de los filtros más duros que debió atravesar Omar Gandara en el Desafío Ruta 40. La etapa conto una extensión de 192,32 km cronometrados, más otros 394,41 km de enlace, en donde prevaleció la navegación por GPS y el manejo de las máquinas sobre las dunas.

En esta etapa prevaleció la navegación por GPS y el manejo de las máquinas sobre las dunas.

En esta etapa prevaleció la navegación por GPS y el manejo de las máquinas sobre las dunas.

Pese a ser la etapa más dura, Omar Gandara realizo una remontada espectacular, había largado en la posición 30 debido a problemas mecánicos en la tercera etapa, tras una remontada espectacular llego hasta la séptima posición en la etapa de hoy quedado en la posición 10 de la general.

“Hicimos una etapa espectacular ya que nos salió todo redondito, en las 2 etapas anteriores tuvimos que penar con problemas mecánicos, fue la etapa más dura de la carrera, en las dunas es donde más seguro me siento, mi navegante hizo una navegación correcta y eso nos sirvió para avanzar 23 posiciones”, declaro Gandara.

En su cuarto día la carrera ingresó al terreno clásico del Dakar, el desierto. La región de Fiambalá capturo toda la esencia de este tipo de competencia y una vez más ese magnífico paisaje fue el marco en el que se midieron mano a mano los mejores exponentes del Cross Country a nivel mundial.

Apenas iniciada la prueba, los participantes dejaron la ruta principal para adentrase en territorios sin huella marcada y con muchos obstáculos por superar si no se sigue por el camino correcto. El terreno presentó muchas subidas y bajadas como así también varios tramos donde el estado del suelo, sumado a las grandes rocas, como obstáculos a tener en cuenta a la hora de acelerar.

Promediando la jornada, la caravana entro a una zona de dunas firmes que se extendió por aproximadamente 20 kilómetros tras lo cual retornaron a una sección de caminos angostos y muy sinuosos. El estado de estos senderos puso a prueba la resistencia de las máquinas.

Para el final, el libro de ruta marcó el ingreso al lecho de un río antes de regresar a sectores de dunas sin huella marcada. Estos kilómetros seguramente fueron del agrado de los pilotos, al igual que el último sector del recorrido, en el cual se retoma un camino montañoso, con un descenso de riesgo debido a las pronunciadas bajadas.

Después de la extenuante etapa, los participantes tienen su merecido descanso en las afueras pintoresca ciudad de Chilecito, provincia de La Rioja.

Esta fue una dura etapa que debió atravesar Omar Gándara

Esta fue una dura etapa que debió atravesar Omar Gándara

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