Más del 80% de los empleados públicos ya se vacunaron contra la gripe

Diariamente los empleados parecen tomar conciencia de la necesidad de vacunarse contra la gripe.

En diálogo con la ANSL, Betty Rosales, una de las enfermeras del consultorio emplazado en Terrazas del Portezuelo, confirmó que en los últimos 10 días, a raíz de las reiteradas advertencias en los medios, aumentó el número de empleados públicos que asisten a diario para vacunarse de forma gratuita.

Betty sostuvo que, desde que se lanzó la campaña en el mes de marzo, más del 80 % de los empleados estatales recibieron la dosis, y explicó que “es importante vacunarse, ya que es preventivo. Lo que hace es inmunizar al cuerpo contra determinadas cepas”.

“Este virus puede contraerse por contacto directo con una persona engripada a través de un estornudo,  ó -si tiene las defensas bajas- simplemente por el aire; por supuesto que en un lugar pequeño o falto de circulación, como las oficinas, es mucho más fácil la transmisión del virus. La influenza dura siete días con o sin medicación, el tratamiento es únicamente paliativo, mejora la sintomatología, pero la infección persiste. Pero existe una forma para dejar de preocuparse por la gripe y las complicaciones que ésta pueda traer, y esa es la vacunación” comentó la sanitaria.

“Si se mantiene una rutina de vacunación cada un año, la gripe ya no será un tema del que preocuparse” aconsejó.

En otro orden, Betty describió el trabajo que realizan a diario en el consultorio de Terrazas del Portezuelo, el cual se encuentra en la planta baja de la Torre II, y en este sentido señaló que, además de vacunar, también se ocupan de las urgencias que requieren primeros auxilios, la toma de la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, entre otros. “Los primeros auxilios varían según las necesidades, saber lo que no se debe hacer es tan importante como saber qué hacer, porque una medida terapéutica mal aplicada puede producir complicaciones graves. En casos extremos se deriva automáticamente al Hospital San Luis” subrayó para finalizar Betty Rosales.

Betty Rosales, vacunado a Roxana Freites, quien trabaja en ANSL.