lunes, 29 abril de 2013 | 08:39

Medio Ambiente concientiza sobre mascotismo y evalúa sanciones

La tenencia de especies silvestres como mascotas, es uno de los principales enemigos de la fauna autóctona.

Para combatirlo, el Área Control de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, trabaja en la concientización para que la población sepa de la importancia del rol que cada animal ocupa en la naturaleza.

Cuando ya es demasiado tarde, Biodiversidad inicia su rescate y rehabilitación en el Centro de Conservación de La Florida para una posterior devolución a su hábitat.

“Desde hace tiempo trabajamos para bajar los índices de mascotismo con concientización. Es necesario entender que los animales silvestres no son mascotas, no deben estar en nuestras casas porque les provocamos un daño enorme, también a nosotros mismos, pero sobre todo uno irreparable al medio ambiente de donde fueron extraídos”, señaló la ministra de Medio Ambiente, Daiana Hissa.

La funcionaria también resaltó que, “por la importancia de la fauna silvestre y la falta de conciencia en una parte importante de la población para protegerla, el Ministerio de Medio Ambiente evalúa la reglamentación de serias sanciones para quienes posean animales silvestres como mascotas”.

Liberación de un gato montés a su hábitat natural

Liberación de un gato montés a su hábitat natural

Para celebrar su día, nada mejor que explicar cómo se puede cuidar a los animales.

“Los animales silvestres no pueden ni deben ser considerados mascotas, ya que no pueden adaptarse a las condiciones de vida en nuestras casas. Cada animal silvestre llevado al cautiverio representa un individuo menos de su población silvestre y es un animal ecológicamente inútil, ya que no dejará descendencia”, explicó la Ministra.

Hissa alertó además que, “en muchos casos, estos animales desarrollan patologías del comportamiento que los hacen no rehabilitables, haciendo de su cautiverio un camino sin retorno. Al crecer en contacto con el hombre, distorsionan sus comportamientos normales y e instintivos, por lo que muchos no pueden desarrollarse por no tener los estímulos necesarios. Así, es habitual que un animal que fue criado como mascota no reconozca a los de su propia especie como sus pares, pero sí a los humanos, o que no haya desarrollado nunca su habilidad para cazar”.

Por otra parte, el mascotismo no sólo afecta a los animales extraídos de su hábitat, sino que también incide directamente en el hombre por la transmisión de enfermedades o por accidentes.

Los animales silvestres son parte de nuestros sistemas naturales y son esenciales para su  equilibrio y conservación. Ellos dispersan semillas, polinizan flores, regulan las poblaciones de otras especies animales o de plantas y, desde el más pequeño al más grande, son escalones indispensables en los ecosistemas de los cuales forman parte.

 

Los animales silvestres no son mascotas

 

Desde abril del año pasado, el Ministerio de Medio Ambiente recibió 37 llamados relacionados con animales silvestres. Algunos fueron por denuncias de venta o tenencia, principalmente de aves y otros para entregar animales que habían sido encontrados lastimados o capturados en viviendas. También por avistamiento de especies muy difíciles de observar o animales silvestres en zona urbana. Puma, boa de las vizcacheras o lampalagua, jote, carancho, lagarto overo, pichiciego, águila mora y gato montés, son algunos de los animales que habitualmente son objeto de estos llamados.

Decile NO al mascotismo

Todos pueden colaborar en la lucha contra el mascotismo cumpliendo algunos puntos:

-No comprar animales silvestres ni extraerlos de su hábitat natural

-Denunciar el tráfico y/o comercialización de animales silvestres

-Denunciar la tenencia de animales silvestres en domicilios particulares

-Realizar las denuncias al Ministerio, no a otras organizaciones

Denuncie ante el Programa Biodiversidad:

Línea gratuita: 0-800-222-4173, o al mail: mmedioambiente@sanluis.gov.ar

El Día del Animal en Argentina

Argentina festeja el día del animal desde 1908, por inspiración del por entonces director del Jardín Zoológico de Buenos Aires, Clemente Onelli, y del presidente de la Asociación Protectora de Animales, Ignacio Lucas Albarracín.

Ese primer año, la celebración se realizó un 2 de abril, pero desde la muerte Albarracín ocurrida un 29 de abril de 1926, la fecha fue cambiada para conmemorarlo. El cordobés Ignacio Lucas, luego de obtener su título de abogado decidió dedicar su vida a defender a todos los animales y fue uno de los precursores de la Ley Nacional de Protección de Animales (más conocida en el país como la Ley Sarmiento), promulgada el 25 de julio de 1891.

Esta declaración, que obliga a brindar protección a los animales, así como a impedir su maltrato y su caza, más tarde fue adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal en 1977 y aprobada por la ONU y la UNESCO.

Así cada 29 de abril se presenta como la oportunidad ideal para recordar que todos los animales, tienen derechos, y ya que ellos no pueden exigir su cumplimiento, es tarea de los humanos respetarlos y enseñar sobre ellos.