Destreza y conocimiento: las claves para la construcción de dispositivos en la Roboliga 2012

La Roboliga 2012 reunió este año a 350 chicos de Chaco, Santa Fe, Provincia de Buenos Aires, Capital Federal y San Luis. Fue el evento de robótica más importante de todo el país y se desarrolló, por primera vez, en suelo puntano, durante el fin semana pasado. Los participantes trabajaron durante días, semanas y hasta meses en la construcción de los robots que los representaron en el certamen nacional. La actividad fue organizada por la Universidad de La Punta (ULP) y la Universidad Abierta Interamericana.

La competencia finalizó y se conocieron sus ganadores. Pero las experiencias quedaron. Tal es el caso de los chicos de la escuela ‘Los Padres’, de Venado Tuerto, Santa Fe, quienes construyeron un brazo robótico llamado Ponybot. Los chicos contaron que armaron este dispositivo sólo para la competencia y que en un primer momento querían construir un robot que se moviera, pero por cuestiones de tiempo crearon el brazo robótico. “Trabajamos con la placa Arduino, que la programamos con la computadora. También posee un control para manejarlo manualmente y le sumamos servos para darle fuerza al robot. La función del brazo es agarrar objetos y trasladarlos, pero trabaja con una base fija, no se mueve”, detallaron los chicos acerca de las características del dispositivo. “A mí me encantan los robots, el hecho de poner en funcionamiento algo que comienza en nuestra imaginación. Desde que nací me gustó la robótica, cuando me regalaban juguetes los rompía para ver cómo estaban hechos”, contó Agustín (17).

En lo que respecta a San Luis, los chicos de la escuela ‘Santiago del Estero’, de Tilisarao, presentaron el proyecto ‘Circulando por la robótica’, donde mostraban un auto a control remoto y el paso a paso de la construcción. Alex (11), uno de los involucrados en el armado del robot, explicó que el auto estaba compuesto por dos motores y un Duinobox, que es el cerebro, lo básico para que funcione el dispositivo. “Otra de las cosas importantes es el sensor infrarrojo, que recibe la señal del control remoto que indica algún movimiento hacia el vehículo. El control manda la señal al sensor, que a través del cable envía la orden a los motores para que hagan mover los ejes y estos le den funcionamiento a las ruedas”, detalló el joven. Por otra parte, Alex comentó que le hubiese gustado ser parte del Sumo de Robot, pero aclaró que su auto carecía de otras tecnologías, de peso y tamaño, condiciones necesarias para participar de esa disciplina.

Las que sí fueron parte de las peleas de robots fueron Claira y Hilari (16), alumnas de la escuela ‘Esteban Echeverría’, de la provincia de Buenos Aires. Las chicas participaron en la categoría ‘liviano’ del Sumo de Robot. En relación a la construcción del luchador electrónico, las jóvenes contaron que unieron motores de Robot Group con motores Lego, mediante cables de conexión. “También le colocamos sensores de distancia y de luz. El primero está para detectar al rival, cuando lo encuentra lo tiene que derrumbar hasta sacarlo del ring. El segundo detecta la zona negra y cuando sale hacia la parte blanca tiene que regresar”, contaron las alumnas, que llegaron a la final tras ganar dos peleas, pero cayeron en la última lucha. “Fue una experiencia increíble, nunca pensamos que llegaríamos tan lejos en la Roboliga, nos vamos felices”, afirmaron. 

Informes: ciu@ulp.edu.ar

La competencia de Sumo Robot atrajo la atención del público.